EL SENDERO DE ELIAS: 3.7 – Tipos y Antitipos

3.7.1 – Rituales y Ordenanzas


Todas las actividades y puntos de vista mas importantes asociados con el Adventismo

implican el tener el entendimiento de que la voluntad de Yahweh es absoluta, que El no habla ni hace nada ociosamente o arbitrariamente, que no hay “sobra de variación” en El, (Sant 1:17) y que siempre ha habido un continuo valor en todo lo que El le ha inspirado a los hombres a hacer, ya sea registrándolo todo permanentemente o en el desarrollo de rituales y observancias.

 

Unos cuantos ejemplos incluyen:

 

a) La Misión de Cristo: La misión misma del Mesías fue presagiada en el Jardín del Edén. Inmediatamente después de entrar el pecado en la experiencia humana, un animal inocente tenia que ser muerto para proveer una “cubierta” para la primera pareja. (Gen 3:21) Esto no solo representa el Sacrificio en la cruz sino también “la ropa o tunica de justicia” que Yahshua le da a Su pueblo en presencia del Cielo. (Apoc 7:13)

 

b) El Sacerdocio: Yahshua es un Sumo Sacerdote según el “orden” de la figura del Viejo Testamento, de Melquisedec, (Gen 14:18, Salmos 110:4) y de acuerdo con el patrón del sacerdocio Levítico. (Heb 9:16-28) Entre más claramente entendamos este orden y este patrón, desarrollaremos una mayor apreciación por las actividades actuales del Redentor.

 

c) La Comunión: Como se enseña en Marcos 12:22, el pan sin levadura de la comunión (santa cena) es el memorial de Yahshua después de su crucifixión, así como el cordero fue el símbolo de Su Sacrificio antes de su crucifixión. (Juan 1:29)

 

d) Bautismo: La travesía de la nación de Israel por el Mar Rojo fue visto por el apóstol Pablo como un tipo, a nivel nacional, del bautismo individual bajo el Nuevo Convenio (1 Cor 10:1,2)

 

e) Lavamiento de los pies: Los sacerdotes que oficiaban en el Tabernáculo tenían que mantener limpias las manos y los pies. Ellos ya habían sido ordenados y “purificados.” (Num 8:21) pero una cuenca de agua “la fuente” era proveída para que se lavaran y tuvieran una purificación parcial antes de entrar en servicio activo, al Tabernáculo. (Exo 40:30, Exo 30:18-20) En el Nuevo Convenio, los miembros del “sacerdocio real” (1 Pedro 2:9) lavan sus pies entre ellos mismos como señal de haber sido hechos limpios (justificados) en la conversión y aun así refrescarnos con un lavamiento parcial. (Juan 13:5-15)

 

f) Reforma en la Dieta: Creemos que la dieta original del hombre, que fue instituida tan pronto el acceso al Árbol de la Vida fue restringido (Gen 1:29; 3:18 respectivamente), forma el patrón de tener una dieta lo mas cercana posible a la dieta original como las circunstancias razonablemente lo permitan. Justo después del Diluvio, cuando la vegetación fue destruida debido a la catástrofe, se les permitió a los hombres comer carne, (Gen 9:3) sin embargo esto nunca fue el ideal.

 

Todos estos puntos anteriores involucran el simbolismo de rituales antiguos (los “tipos”) a las actividades actuales, que representaban estos “tipos”, (los “Antitipos”)

 

3.7.2 – Los Tiempos Señalados

 

 

 

 

En complementación a los rituales y puntos de vista doctrinales, los Adventistas tambien ven ciertos tiempos (eventos y periodos) como el cumplimiento de la tipología del Viejo Testamento. Algunos ejemplos de esto incluyen:

 

a) El Sabbath Séptimo Día: Al final de la semana de la Creación, Yahweh establece un día especial de uso sagrado, (Gen 2:3, Exo 20:11) y no se ha encontrado registro bíblico alguno que mencione alguna modificación o anulamiento. En la era del Nuevo Testamento, el mandamiento del Sabbath (Lucas 23:56) llego a cumplir un significado mas profundo de “reposo” en Cristo como el Autor y Consumador de nuestra fe. (Heb 4:9-10)

 

b) La Pascua: La liberación de Israel de Egipto por medio de la sangre de un animal limpio (Exo 12:5-7,13) había concordado con su cumplimiento antitífico con la muerte de Cristo, el “Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo.” (Juan 1:29, 1 Cor 5:7)

 

c) El Día de Expiación: Como se menciono en la sección anterior, el Día de Expiación provee un patrón simbólico de los medios que el Creador utiliza al tratar con el pecado. En 1844 este evento cumple su cumplimiento con el comienzo del Juicio Investigador. Debemos comprender que aunque el símbolo fue un evento singular ( tomando solo un breve periodo de tiempo) representa un escudriñamiento de Israel que implica relativamente un proceso abarcarte y largo. Naturalmente, las actividades de un sacerdote humano solo podían representar “imperfectamente” la obra del verdadero sacerdocio Celestial como “una figura del verdadero periodo de tiempo,” (Heb 9:8-12) por lo tanto no se debe suponer (como algunos lo han hecho) que el Sumo Sacerdote necesitaría permanecer en el lugar Santísimo un día por año en la Investigación Espiritual. (es decir 1844 hasta el regreso del Mesías).

 

d) La Fiesta de los Tabernáculos: La imagineria de la celebración de Israel en la cosecha literal (Lev 23:33-36,39) se encuentra en ambas, en la encarnación de Yahshua, (Juan 1:14. el cual menciona literalmente que El “moro como tabernáculo entre nosotros) y también en un numero de profecías relevantes de Apocalipsis (ver, Apoc 14:15,18) Como el día del Sabbath que cumplirá su gran cumplimiento en la próxima era, (Isaías 66:23) la Fiesta de los Tabernáculos no ha encontrado su antitipo aun y continúa siendo “una sombra de lo venidero.” (Col 2:16:17) Una mayor profundización de este asunto estará incluida en el Capitulo 4, ya que el Adventismo Tradicional no tuvo mas iluminación sobre este antitipo. La Fiesta del Pan Sin Levadura es

profundizada en el Capitulo 4 por la misma razón.

EL SENDERO DE ELIAS: 3.6 – Simbolismo Bíblico

3.6.1 – La Mujer

 

Este resumen proveerá unos cuantos ejemplos de como los Adventistas del Séptimo día (incluyendo aquellos miembros de la Iglesia Adventista del 7mo día de la Creación) identificamos los varios individuos y sistemas mencionados en las profecías y los símbolos de las Escrituras. Empezamos con “la Mujer.”

 

Ya que hemos hecho referencia a la “Mujer” simbolizada en las Escrituras en el Capitulo 2 y en el Capitulo 3, esta sección existe solo para proveer una derivación mas detallada. Jeremías 6:2 ya se ha mencionado: “Destruiré a la bella y delicada hija de Sión.” También vemos las siguientes referencias:

 

“Porque os celo con celo de Dios; pues os he desposado con un solo esposo, para presentaros como una virgen [Gr. parthenos – una mujer joven de edad para casarse] pura a Cristo.” (2 Cor 11:2)

 

“El anciano a la señora elegida y a sus hijos, a quienes yo amo en la verdad; y no sólo yo, sino también todos los que han conocido la verdad.” (2 Juan 1:1 – una epístola a una congregación desconocida) Algunos han especulado que el destinatario de la segunda epístola de Juan es realmente “una mujer,” una miembra de alguna otra congregación; esto es poco probable, porque Juan concluye su carta no refiriéndose a el mismo sino a su Iglesia local con las palabras, “Los hijos de tu hermana, la elegida, te saludan. Amén.” (vers.13)

 

Pablo provee una clara analogía, cuando escribe, “porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la Iglesia, la cual es su cuerpo, y él es su Salvador. Así que, como la Iglesia está sujeta a Cristo, así también las casadas lo estén a sus maridos en todo. Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la Iglesia, y se entregó a sí mismo por ella, para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra, a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha.”

(Efesios 5: 23-27)

 

Un poco después el declara, “Por esto dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne. Grande es este misterio; mas yo digo esto respecto de Cristo y de la Iglesia.” (vers. 31-32)

 

Sin necesidad de calificadores, una Mujer en simbolismo Bíblico es considerada pura y fiel, en contraste con la Madre de las Rameras (ver debajo).

 

3.6.2 – La Madre de las Rameras

 

Leemos en Apocalipsis, “Y me llevó [el ángel] en el Espíritu al desierto; y vi a una mujer sentada sobre una bestia escarlata llena de nombres de blasfemia, que tenía siete cabezas y diez cuernos. Y la mujer estaba vestida de púrpura y escarlata, y adornada de oro, de piedras preciosas y de perlas, y tenía en la mano un cáliz de oro lleno de abominaciones y de la inmundicia de su fornicación; y en su frente un nombre escrito, un misterio: BABILONIA LA GRANDE, LA MADRE DE LAS RAMERAS Y DE LAS ABOMINACIONES DE LA TIERRA.” (Apoc 17:3-5)

 

Una mujer en la Escritura, como vimos previamente, es una Iglesia pura, frecuentemente se relaciona con el termino “virgen.” Lo opuesto a esto, en principio, es una mujer que ha demostrado serle infiel a su esposo, o que no se ha mantenido pura para la consumación de su matrimonio. Ahora, un tipo especifico de esta clase de mujer es una ramera, alguien que es infiel por ganancia personal como dinero, posición o algún otro beneficio que ella siente que no puede o no le será proveído por su legitimo esposo (o futuro esposo).

 

Solo necesitamos aplicar este contraste al mismo simbolismo que hemos visto hace poco. Si una mujer pura es la Iglesia fiel y verdadera, entonces una mujer infiel es un sistema religioso que ha abandonado a su legítimo esposo. Una ramera, específicamente y desde una perspectiva Cristiana, es una iglesia que ha ido tras beneficios mundanos hasta romper su relación con Yahshua. Leemos los detalles de un sistema religioso infiel aquí: “Y clamó con voz potente, diciendo: Ha caído, ha caído la gran Babilonia, y se ha hecho habitación de demonios y guarida de todo espíritu inmundo, y albergue de toda ave inmunda y aborrecible. Porque todas las naciones han bebido del vino del furor de su fornicación; y los reyes de la tierra han fornicado con ella, y los mercaderes de la tierra se han enriquecido de la potencia de sus deleites.” (Apoc 18:2-3)

 

En esto, la iglesia mencionada en Apocalipsis 18 ha ido tras los errores de su hermana mayor, que fue primero que ella: “Y Ahola [un nombre simbólico de Samaria] cometió fornicación aun estando en mi poder; y se enamoró de sus amantes los asirios, vecinos suyos, vestidos de púrpura, gobernadores y capitanes, jóvenes codiciables todos ellos, jinetes que iban a caballo. Y se prostituyó con ellos, con todos los más escogidos de los hijos de los asirios, y con todos aquellos de quienes se enamoró; se contaminó con todos los ídolos de ellos.” (Ezeq 23:5-7)

 

En la era Cristiana, encontramos que el mayor apartamiento de una iglesia de la Ley de su esposo trata con uno de los mandamientos en si, el 4to que consiste en el día del Sabbath. En el Libro de Daniel leemos de un poder humano que surgió y atento de subvertir la Ley de Dios; “Y los diez cuernos significan que de aquel reino se levantarán diez reyes; y tras ellos se levantará otro, el cual será diferente de los primeros, y a tres reyes derribará. hablará palabras contra el Altísimo, y a los santos del Altísimo quebrantará, y pensará en cambiar los tiempos y la ley; y serán entregados en su mano hasta tiempo, y tiempos, y medio tiempo.” (Daniel 7:24-25)

 

De la historia espiritual del mundo, entendemos que el “reino” del cual salieron los 10 cuernos, y del cual surgió el cuerno peculiar, es el imponente Imperio Romano. Es de Roma que una nueva clase de dirigente surgiría, el pontificio papal, que se atrevió a “cambias los tiempos y la ley.” Es verdad que el asunto entre el Sabbath y el Domingo surgió de la iglesia temprana antes de que hubiera oficialmente un “oficio del papado,” sin embargo era bajo esta nueva autoridad que el día de adoración cambio a un asunto de doctrina. También entendemos que esta iglesia procedió a tener “hijas” que continuaron rechazando la Ley del Esposo, porque la mayoría de las iglesias que mantuvieron la etiqueta “Protestante” continuaron e imitaron a su madre en su rechazo a los mandamientos divinos prefiriendo tradiciones humanas que la Escritura no confirma.

 

Debe entenderse que la posición Adventista no es la de señalar o llamar a ningún individuo o un conjunto de individuos como la Madre de las Rameras, o las hijas de esta figura; estos títulos son solo aplicables a los sistemas en si, y a la autoridad que claman tener sobre el arbitraje de las instrucciones de Yahweh. De hecho, la Biblia refleja el cuidado tierno del Creador hacia aquellos fieles creyentes que son miembros de los sistemas caídos, atrayéndolos les dice, “Salid de ella, pueblo mío, para que no seáis partícipes de sus pecados, ni recibáis parte de sus plagas.” (Apoc 18:4) El uso intimo, de Yahweh, del termino “mi pueblo” cuando se dirige a los que están siendo mal dirigidos es difícil de pasarlo por alto.

 

Para resumir, entonces, la teología Adventista enseña, en base a los libros de Daniel y Apocalipsis, que la “Madre de las Rameras “es el sistema eclesiástico de la Iglesia Católica Romana, y las hijas de la “Ramera” son aquellas formas de Protestantismo que han continuado en el rechazo de su made hacia el Sabbath del Creador por intereses políticos y ganancia material.

 

Sabemos que la Novia de Cristo guardo y se sometió a, estas previas formas, la Ley de su Esposo, por evidencia histórica, a pesar de los incidentes ocurridos en la pos-crucifixión por guardar el Sabbath y la falta de apoyo divino para alternar el mandamiento:

 

“Los Cristianos Gentiles observaron también el Sabbath.” [Church History, Gieseler, Vol.1,

ch. 2, par. 30, 93.]

 

“Los Cristianos antiguos fueron muy cuidadosos en la observancia del Sábado, o el séptimo día….Es muy claro que todas las iglesias Orientales, y las partes mas grandes del mundo, observaban el Sabbath como un festival…Atanasio de igual manera nos dice que hacían asambleas religiosas en el Sabbath, no porque estuvieran infectados con el Judaísmo, sino porque adoraban a Jesús, el Señor del Sabbath, Epifanio dice lo mismo.” [Antiquities of the Christian Church, Vol.II Book XX, chap. 3, sec.1, 66. 1137,1138.]

 

“Porque aunque casi todas las iglesias celebraban , en todo el mundo, los sagrados misterios (la Santa Cena) en el Sabbath de cada semana, aun así los Cristianos de Alejandría y de Roma, debido a algunas tradiciones antiguas, rechazaron hacer esto.” [Ecclestical History, Socrates, Book 5, chap. 22, p. 289. ]

 

“En las iglesias Celtas de los tiempos antiguos (7mo Siglo D.C.] parece haber sido lo habitual, en Irlanda también como en Escocia, guardar el Sábado, el Sabbath Judío, como un día de reposo del trabajo. Ellas obedecían el cuarto mandamiento literalmente en el séptimo día de la semana.” [The Church in Scotland, p.140, James C. Moffatt, D.D., Professor of Church History, Princeton]

 

“Extendida y duradera fue la observancia del séptimo día Sabbath entre los creyentes de la Iglesia del Oriente y los Cristianos de San Tomas en la India, quienes nunca estuvieron conectados con Roma. También se observo entre los cuerpos que se separaron de Roma después del Concilio de Calcedonia, los abisinios, los Jacobitas, los Maronitas, y los Armenios.” [The New Enclopaedia of Religious Knowledge, Schaff-Herzog, énfasis adherido]

 

La obediencia a la ley de Dios constituye una de las características de la verdadera Novia, en oposición a la Ramera de Apocalipsis, y las hijas que ha originado.

 

3.6.3 – Viento(s)

El viento es un “elemento” interesante del texto Bíblico. Cuando es usado en un contexto histórico, como en la descripción del diluvió de Noe (Gen 8:1) o en la expulsión de la plaga de langostas en Egipto, (Exo 10:19) ocasionalmente puede ser una fuerza positiva, constructiva o calmante. En la profecía, sin embargo, el viento es un símbolo universal de guerra, conflicto y destrucción (incluyendo el juicio divino).

 

“Se durmió [el Faraón] de nuevo, y soñó la segunda vez: Que siete espigas llenas y hermosas crecían de una sola caña, y que después de ellas salían otras siete espigas menudas y abatidas del viento solano (del este).” (Gen 41:5-6)

 

“[Los impíos] serán como la paja delante del viento, Y como el tamo que arrebata el torbellino. (Job 21:18) “He aquí, todos son vanidad, y las obras de ellos nada; viento y vanidad son sus imágenes fundidas.” (Isaías 41:29) “En muchas aguas te engolfaron tus remeros; viento solano (del este) te quebrantó en medio de los mares.” (Ezeq 27:26)

 

“Después de esto vi a cuatro ángeles en pie sobre los cuatro ángulos de la tierra, que detenían los cuatro vientos de la tierra, para que no soplase viento alguno sobre la tierra, ni sobre el mar, ni sobre ningún árbol.” (Apoc 7:1) Note que en el versículo 3, el viento soplando sobre estas cosas es sinónimo con “hiriéndolos”.

 

3.6.4 – El (las) Agua(s)

El agua es un símbolo complejo y puede significar diferentes cosas dependiendo del contexto. Cuando se usa en la historia y en rituales, el agua es un símbolo de purificación y limpieza; pero como pasa con el viento, su significado cambia cuando se aplica en profecía. Frecuentemente se usa en profecías simbólicas para representar ejércitos o “gente” cuando no se usa como parte de un símbolo compuesto (es decir, “fuentes de aguas” y “corrientes de aguas”). Algunos ejemplos son:

 

“¡Ay! multitud de muchos pueblos que harán ruido como estruendo del mar, y murmullo de naciones que harán alboroto como bramido de muchas aguas. Los pueblos harán estrépito como de ruido de muchas aguas…” (Isaías 17:12-13ª)

 

“¿Quién es éste que sube como río, y cuyas aguas se mueven como ríos? Egipto como río se ensancha, y las aguas se mueven como ríos, y dijo: Subiré, cubriré la tierra, destruiré a la ciudad y a los que en ella moran.” (Jer 46:7-8) Ver también Jer 47: 2; 51:55, Na 2:8

 

En el libro de Apocalipsis, el autor denota la explicita conexión, delineando sobre el simbolismo establecido de previas profecías: “Me dijo [el angel]: Las aguas que has visto donde la ramera se sienta, son pueblos, muchedumbres, naciones y lenguas.”

(Apoc 17:15)

 

 

3.6.5 – Tierra

El significado profético de la “tierra,” cuando no se aplica directamente al planeta en si o a terrenos de países del mismo (su función mas común), se usa en un sentido refinado para referirse a países que no están densamente poblados con individuos. Esto es especialmente verídico cuando la tierra es descrita como “seca”. En otras palabras, tierra que no esta cubierta por “muchas aguas” es un terreno que no esta habitado con gente; este es un contraste con “diluvios” de ejércitos o una población numerosa. Cuando la guerra afectaba un país y destruía mucha de su población, los términos “estéril,” “desierto” y “asolación” o “desolación” son usados frecuentemente, al tener las connotaciones de sequía y ausente de vida….aunque casi nunca hay un mandato divino para destruir la agricultura en si o las vías fluviales de la nación que es conquistada.

 

Algunos ejemplos incluyen:

“Vuestra madre se avergonzó mucho, se afrentó la que os dio a luz; he aquí será la última de las naciones; desierto, sequedal y páramo. Por la ira de Yahweh no será habitada, sino será asolada toda ella; todo hombre que pasare por Babilonia se asombrará, y se burlará de sus calamidades.” (Jer 50:12-13)

 

“Sus ciudades fueron asoladas, la tierra seca y desierta, tierra en que no morará nadie, ni pasará por ella hijo de hombre.” (Jer 51:43)

 

“Y aquel macho cabrío llevará sobre sí todas las iniquidades de ellos a tierra inhabitada; y dejará ir el macho cabrío por el desierto.” (Lev 16:22)

 

“Contended con vuestra madre [una referencia simbólica a Israel] […] no sea que yo la despoje y desnude, la ponga como el día en que nació, la haga como un desierto, la deje como tierra seca, y la mate de sed.” (Oseas 2:2-3)

 

“Y extenderá su mano sobre el norte, y destruirá a Asiria, y convertirá a Nínive en asolamiento y en sequedal como un desierto.” (Sof 2:13)

 

3.6.6 – Fuego

El fuego, si es usado simbólicamente o literalmente, es un indicativo de poder, gloria y purificación.

 

Las primeras y ultimas apariciones de “fuego” en la Biblia, los primeras en la historia y las ultimas en profecía, son usadas para describir el juicio divino contra el pecado. “Entonces Yahweh hizo llover sobre Sodoma y sobre Gomorra azufre y fuego de parte de Yahweh desde los cielos;” (Gen 19:24) “Pero los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicario y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda.” (Apoc 21:8)

 

La presencia del Todopoderoso y los ángeles que le sirven mas cercanamente, se describe frecuentemente con términos llameantes y humeantes:

 

“Y miré, y he aquí una figura que parecía de hombre; desde sus lomos para abajo, fuego; y desde sus lomos para arriba parecía resplandor, el aspecto de bronce refulgente.” (Ezequiel 8:2)

 

“Porque Yahweh tu Dios es fuego consumidor, Dios celoso. Entiende, pues, hoy, que es Jehová tu Dios el que pasa delante de ti como fuego consumidor, que los destruirá y humillará delante de ti; y tú los echarás, y los destruirás en seguida, como Jehová te ha dicho. Porque nuestro Dios es fuego consumidor.” (Deut 4:24;9:3; Heb 12:29)

 

“Por encima de él [el Trono] había serafines; cada uno tenía seis alas; con dos cubrían sus rostros, con dos cubrían sus pies, y con dos volaban. Y el uno al otro daba voces, diciendo: Santo, santo, santo, Yahweh de los ejércitos; toda la tierra está llena de su gloria. Y los quiciales de las puertas se estremecieron con la voz del que clamaba, y la casa se llenó de humo.[…] Y voló hacia mí uno de los serafines, teniendo en su mano un carbón encendido, tomado del altar con unas tenazas; y tocando con él sobre mi boca, dijo: He aquí que esto tocó tus labios, y es quitada tu culpa, y purgado tu pecado.” (Isaías 6:2-4,6-7)

 

“Cuanto a la semejanza de los seres vivientes, su aspecto era como de carbones de fuego encendidos, como visión de hachones encendidos que andaba entre los seres vivientes; y el fuego resplandecía, y del fuego salían relámpagos.” (Ezequiel 1:13)

 

En pocos casos, se menciona que aun las fuentes no santificadas de poder sobrenatural producen “fuego.” Al leerse las profecías de Apocalipsis, en el que la falsificación del fuego del profeta Elías que desciende del Cielo (2 Reyes 1:12,14) es producido por agentes de Satanás para engañar al mundo, “También hace grandes señales, de tal manera que aun hace descender fuego del cielo a la tierra delante de los hombres. Y engaña a los moradores de la tierra con las señales que se le ha permitido hacer en presencia de la [primera] Bestia.” (Apoc 13:13-14ª)

 

3.6.7 – El Dragón, las Bestias y el Falso Profeta

Las figuras del Dragón, de la Bestias y del Falso Profeta son mas fácil de entender ahora que hemos identificado los símbolos “elementales” de la profecía: tierra, fuego, agua y viento.

 

El Dragón es el mas fácil; Juan identifica este símbolo explícitamente: “Y fue lanzado fuera el gran dragón, la serpiente antigua, que se llama diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero; fue arrojado a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él. (Apoc 20:9) “Y prendió al dragón, la serpiente antigua, que es el diablo y Satanás, y lo ató por mil años.” (Apoc 20:2)

 

Leemos de la primera Bestia, “Me paré sobre la arena del mar, y vi subir del mar una bestia que tenía siete cabezas y diez cuernos; y en sus cuernos diez diademas; y sobre sus cabezas, un nombre blasfemo. Y la bestia que vi era semejante a un leopardo, y sus pies como de oso, y su boca como boca de león. Y el dragón le dio su poder y su trono, y grande autoridad. Vi una de sus cabezas como herida de muerte, pero su herida mortal fue sanada; y se maravilló toda la tierra en pos de la bestia, y adoraron al dragón que había dado autoridad a la bestia, y adoraron a la bestia, diciendo: ¿Quién como la bestia, y quién podrá luchar contra ella?

 

También se le dio boca que hablaba grandes cosas y blasfemias; y se le dio autoridad para actuar cuarenta y dos meses. Y abrió su boca en blasfemias contra Dios, para blasfemar de su nombre, de su tabernáculo, y de los que moran en el cielo.”

(Apoc 13:1-6)

 

Los Adventistas han proveído estudios históricos detallados identificando a esta primera bestia como un símbolo del papado, una unión del Cristianismo apostata con la Roma Civil pagana, resultando en una bestia muy diferente a las bestias anteriores, las cuales se identificaban con reyes o reinos. (Dan 7:23, Apoc 17:12) No haremos una exposición exhaustiva pero podemos examinar unos cuantos puntos clave. Leemos, por ejemplo, de esta monstruosidad de diez cuernos nuevamente en el Libro de Daniel, “Después de esto miraba yo en las visiones de la noche, y he aquí la cuarta bestia, espantosa y terrible y en gran manera fuerte, la cual tenía unos dientes grandes de hierro; devoraba y desmenuzaba, y las sobras hollaba con sus pies, y era muy diferente de todas las bestias que vi antes de ella, y tenía diez cuernos.” (Daniel 7:7)

 

Esto provee un paralelismo inequívoco; el “reino” formado de la unión de Roma y la Iglesia primitiva (después de la muerte de los Apóstoles) resulto en un poder que fue “distinto de todas las bestias anteriores,” porque las otras bestias eran abiertamente paganas, mientras que esta bestia no podía ser descrita con ninguna analogía del mundo natural ya que era una bestia ocultándose bajo un disfraz de santidad. Los “diez cuernos” hacen su identificación mas certera; esta primera bestia tuvo que ver con el tercer reino después de Babilonia, entre los imperios Medo-Persas y Griego.

 

El cargo de “blasfemia” se le aplica a esta bestia y nosotros sabemos que las connotaciones teológicas de este termino incluyen “el crimen de autodenominarse tener los derechos (autoridad) y las cualidades de Dios.” [Dictionary.com Unabridged (v1.0.1), Random House, Inc., cf., Lucas 5:21] No hay ninguna otra organización religiosa en la tierra, excepto la iglesia Católica Romana, que profesa tener una representación visible de Yahweh mismo sobre la tierra en la persona de un ser humano. Las Escrituras describen una figura anticristiana que “se opone y se levanta contra todo lo que se llama Dios o es objeto de culto; tanto que se sienta en el templo de Dios como Dios, haciéndose pasar por Dios.” ( 2 Tes 2:4)

 

El único ser creado, antes de que existiera la figura papal, que proclamo tal oficio para si mismo fue el príncipe caído del Cielo, Lucifer. El pensamiento de su corazón ha sido registrado, “sobre las alturas de las nubes subiré, y seré semejante al Altísimo.” (Isaías 14:14) Aquí tenemos un ser humano, la cabeza de una organización asociada por Daniel y Juan con el Imperio Romano, que declara ser el representante de Dios mismo en la tierra y que no solo repite la proclamación de Satanás de “ser como el Altísimo,” sino que tiene una historia de usar la fuerza para promover sus objetivos. Debe tenerse en cuenta que ni el Adventismo Histórico ni los Adventistas del 7mo día de la Creación en ningún momento han hacho una declaración personal contra los individuos que ocupan este oficio del papado; es el oficio en si el que representa, en la tierra, todo lo que Satanás proclamo en el mundo espiritual.

 

Los héroes de la reforma Protestante vieron en el papado una gran maldad espiritual, el anti-Cristo personificado, haciendo declaraciones como, “finalmente se que el papa es el anticristo y que su trono es el trono del mismo Satanás.” [Martin Luther citado del libro History of The Reformation of The Sixteenth Century, D’aubigne, p. 204] “… El Obispo de Roma y sus sectas […] son los Anticristos verdaderos y niegan a ambos, al Padre y al Hijo; porque niegan el testimonio que el Padre manifestó en Su Hijo y privan al Hijo de todo el poder y la gloria que el Padre le dio a El.” [The Practice of Prelates, William Tyndale]

 

El Protestantismo al dejar de protestar contra las uniones de iglesia y estado, una de ellas personificada en el papado, negó o rechazo completamente el propósito de Cristo, para el cual El los había levantado (inspirado).

 

Al edificar sobre lo que sabemos de la identificación de los elementos de agua y tierra, vemos que mientras la primera bestia surgió del “mar,” o de tierras pobladas, la segunda bestia surge de la “tierra.” Esto hace su identificación aun mas concreta. “Después vi otra bestia que subía de la tierra; y tenía dos cuernos semejantes a los de un cordero, pero hablaba como dragón. Y ejerce toda la autoridad de la primera bestia en presencia de ella, y hace que la tierra y los moradores de ella adoren a la primera bestia, cuya herida mortal fue sanada. También hace grandes señales, de tal manera que aun hace descender fuego del cielo a la tierra delante de los hombres. Y engaña a los moradores de la tierra con las señales que se le ha permitido hacer en presencia de la bestia, mandando a los moradores de la tierra que le hagan imagen a la bestia que tiene la herida de espada, y vivió.” (Apoc 13:11-14)

 

Trataremos con la naturaleza peculiar de la “imagen de la bestia” en el Capitulo 4, porque esta es una de las áreas en las que los Adventistas del 7mo día de la Creación y los Adventistas en general se diferencian, Los Adventistas del 7mo día de la Creación aceptan todo lo que el Adventismo enseña sobre la identidad de la imagen pero ven mas allá de la enseñanza, un principio que no debe aplicarse arbitrariamente a un conjunto de individuos y no a otros, “porque no hay acepción de personas para con Dios.” (Rom 2:11)

 

Por ahora, veremos los atributos de esta segunda bestia.

 

Leemos, “Después vi otra bestia que subía de la tierra; y tenía dos cuernos semejantes a los de un cordero, pero hablaba como dragón. Y ejerce toda la autoridad de la primera bestia en presencia de ella, y hace que la tierra y los moradores de ella adoren a la primera bestia, cuya herida mortal fue sanada. También hace grandes señales, de tal manera que aun hace descender fuego del cielo a la tierra delante de los hombres. Y engaña a los moradores de la tierra con las señales que se le ha permitido hacer en presencia de la bestia, mandando a los moradores de la tierra que le hagan imagen a la bestia que tiene la herida de espada, y vivió.” (Apoc 13:11-14)

 

Así como la primera bestia surgió del poblado “mar” del viejo mundo, así surge la segunda bestia de la “tierra” poco poblada del nuevo mundo. Mas adelante, vemos que esta bestia tiene apariencia de cordero, que representa pureza, sumisión a Yahweh y gentileza (Isaías 53:7) – pero al mismo tiempo “habla como Dragón,” revelando un corazón Satánico por lo menos en algunas de sus actividades, “porque de la abundancia del corazón habla la boca.” (Lucas 6:45b)

 

Los Adventistas han identificado esta segunda bestia con los Estados Unidos de America, como el libro Daniel y Apocalipsis menciono anteriormente. Citando de diferentes fuentes históricas, relacionadas con la formación y la naturaleza de este Nuevo Poder Mundial, vemos las siguientes expresiones – ‘surgiendo de la tierra,’ ‘emergiendo de entre el silencio de la tierra,’ ‘como una semilla silenciosa crecimos a hasta llegar a un imperio,’ ‘grandes regiones’ aseguradas por ‘conquistas pacificas’.

 

La primera cita es la del profeta, declarando donde surgiría la bestia de dos cuernos; las otras citas son de escritores políticos, diciendo como había sido la historia de los Estados Unidos de America. ¿Puede alguien errar en reconocer que las tres ultimas citas son sinónimos exactos de la primera, y que estos escritores registraron un cumplimiento completo de la predicción?” [Paginas 578,579]

 

Aunque tiene apariencia de gentileza, los Estados Unidos, por medio de sus pólizas hablaría “como un Dragón” y emplearía los principios del papado, que surgió antes de el, poniendo al mundo en acuerdo con la noción de dominar por la fuerza. Aunque los individuos tengan diferentes niveles de convicción en cuanto a asuntos políticos, el enfoque del Libro de Apocalipsis y el enfoque de la Iglesia de Yahshua se concentra en como las pólizas y leyes de esta bestia (al igual que la primera bestia) se relacionan con la obra del Evangelio y con las acciones de los santos.

 

Los Estados Unidos de America fue fundado sobre los principios del Protestantismo. Los dos pilares principales de esta filosofía (dos “cuernos,”) son libertad religiosa y libertad civil. Los protestantes creían que:

a) No debe establecerse ninguna clase de coacción eclesiástica sobre las creencias religiosas y practicas de los individuos. Ninguna Iglesia, jamás, debe intentar forzar o prohibir las palabras o acciones de los individuos, sean que pertenezcan a la iglesia o no. Los asuntos legítimamente criminales deben ser juzgados por las cortes civiles y las acciones pueden ser iniciadas por el estado mismo pero el iniciar demandas, para propósitos civiles de reparación y agravios, por un Cristiano es un rechazo a la religión enseñada por Yahshua, una vez propugnada por Roma pero inicialmente rechazada por los fundadores de los Estados Unidos (aunque para estar seguros, ellos no tuvieron un entendimiento perfecto de cómo estos principios se relacionaban con los esclavos, supuestos herejes y brujas acusadas).

 

b) No debe establecerse ninguna clase de coacción legal sobre las observancias religiosas y practicas de los individuos. Esta ideas esta reflejada en la Primera Enmienda de la Constitución de los Estados Unidos: “El Congreso no hará ley alguna con respecto a la adopción de una religión o prohibiendo el libre ejercicio de dichas actividades; o que coarte la libertad de expresión o de la prensa, o el derecho del pueblo para reunirse pacíficamente, y para solicitar al gobierno la reparación de agravios.” Este concepto garantiza, y las constituciones de los estados lo han interpretado así, que un individuo es libre de adorar al Creador “de acuerdo a los dictados de su conciencia.”

 

Si la práctica de estas cosas nunca fue perfectamente disfrutada por los ciudadanos de Estados Unidos, al menos los principios estuvieron acordes con las instrucciones del Nuevo Testamento. En los últimos días, sin embargo, “al apartarse [los hombres] de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios,” (1 Tim 4:1) esta apostasía gradual esta reflejada en la sociedad religiosa actual.

Esta segunda Bestia, mientras profesa libertad civil y religiosa a todos, realmente se convierte – por medio de un proceso similar a aquel que se vio en el movimiento apostólico cuando se unió con la Roma pagana – en un poder perseguidor facilitando la traición a Cristo por aquellas organizaciones, en las que muchos suponen que Cristo sigue operándolas en la tierra; las mismas Iglesias protestantes. El rechazo a esta promesa de libertad nos permite identificar la segunda bestia de Apocalipsis, no solo como un sistema que surge del nuevo mundo para facilitar el avance de los principios papales (Satánicos) en un nuevo hemisferio, sino como un sistema eclesiástico que también cumple otro rol .

 

Leemos del Falso Profeta: “Y vi salir de la boca del dragón, y de la boca de la bestia, y de la boca del falso profeta, tres espíritus inmundos a manera de ranas.” (Apoc 16:13) “Y la bestia fue apresada, y con ella el falso profeta que había hecho delante de ella las señales con las cuales había engañado a los que recibieron la marca de la bestia, y habían adorado su imagen. Estos dos fueron lanzados vivos dentro de un lago de fuego que arde con azufre.” (Apoc 19:20) “Y el diablo que los engañaba fue lanzado en el lago de fuego y azufre, donde estaban la bestia y el falso profeta; y serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos.” (Apoc 20:10)

 

Un lector cuidadoso de Apocalipsis notara que, aunque las dos bestias están mencionadas en las profecías de Juan, la segunda bestia mencionada en el capitulo 13 no se vuelve a mencionar nuevamente. Sin embargo, ¿Vamos a concluir que esta segunda bestia desapareció? De ninguna manera, simplemente es identificada por este capitulo y continua obrando bajo el disfraz del “falso profeta” hasta su destrucción final en el lago de fuego. Notamos que después de Apocalipsis 13, los tres poderes mencionados no son el “dragón, la primera bestia y la segunda bestia,” sino mas bien “el dragón, la bestia y el falso profeta.”

 

La segunda bestia es fácilmente identificada como el falso profeta si tomamos un vistazo a las características mencionadas. La segunda bestia es un poder malvado con una mascara de influencia positiva, una criatura que habla como un dragón mientras que aparenta tener características “aparentes de oveja”. Las Escrituras por lo tanto nos advierte, “Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces.” (Mat 7:15)

 

El falso profeta esta descrito como una fuerza engañosa que engaña a los ingenuos, e inconcientes a que reciban “la marca de la bestia.” Este es precisamente el engaño que la segunda bestia establece, porque ella “engaña a los moradores de la tierra,” (Apoc 13:14) y hacía que a todos, pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y esclavos, se les pusiese una marca en la mano derecha, o en la frente.” (vers. 16)

 

Si alguna duda queda, relacionada con la identificación de la segunda bestia con el falso profeta (quienes muchos suponen ser un individuo), podemos dar un vistazo a los medios por los que estos engaños son emprendidos. Leemos que la segunda bestia “También hace grandes señales, de tal manera que aun hace descender fuego del cielo a la tierra delante de los hombres. Y engaña a los moradores de la tierra con las señales que se le ha permitido hacer en presencia de la bestia.” (Apoc 13:13-14ª) Note también que una vez que la segunda bestia se establece como una entidad separada, la primera bestia es llamada simplemente “la bestia,” como se menciona en el resto de la profecía, fortaleciendo mas adelante el entendimiento que la segunda bestia es llamada mas adelante por otro nombre.

 

Pero vemos que una de las características de la segunda bestia es hacer grandes señales, específicamente haciendo “descender fuego del cielo.” Esto constituye una falsificación de las acciones de uno de los profetas mas famosos de la Biblia, de quien leemos:

 

Cuando llegó la hora de ofrecerse el holocausto, se acercó el profeta Elías y dijo: Yahweh Dios de Abraham, de Isaac y de Israel, sea hoy manifiesto que tú eres Dios en Israel, y que yo soy tu siervo, y que por mandato tuyo he hecho todas estas cosas. Respóndeme, Yahweh, respóndeme, para que conozca este pueblo que tú, OH Yahweh, eres Elojim, y que tú vuelves a ti el corazón de ellos. Entonces cayó fuego de Yahweh, y consumió el holocausto, la leña, las piedras y el polvo, y aun lamió el agua que estaba en la zanja. Viéndolo todo el pueblo, se postraron y dijeron: ¡Yahweh es Elojim, Yahweh es Elojim!” (1 Reyes 18:36-39)

 

Y Elías respondió y dijo al capitán de cincuenta: Si yo soy varón de Dios, descienda fuego del cielo, y consúmate con tus cincuenta. Y descendió fuego del cielo, que lo consumió a él y a sus cincuenta.” (2 Reyes 1:10)

 

Elías (ElYAH) es el único profeta registrado en la Biblia que llamo a descender fuego del Cielo, y el hizo esto en dos ocasiones significativas y por dos razones significativas.

La primera, proveyó prueba de que el era un verdadero profeta, en contraste con los adoradores de Ba’al. La segunda, mando a llamar fuego del cielo para evitar ser tomado cautivo antes de tiempo por los siervos del rey apostata Acab.

 

En las actividades de la segunda bestia, vemos una perfecta y tenebrosa falsificación de las actividades de este mensajero. Primero, los poderes que están favoreciendo esta entidad hacen descender fuego del Cielo en su intento de probar que ellos vienen verdaderamente de Dios. Segundo, lo hacen para defenderse así mismos de quienes ellos consideran ser una amenzaza.

 

La union con el Gobierno de los Estados Unidos para emplear una ley para protegerse así misma ( xaminaremos mas adelante los detalles en el siguiente capitulo) el protestantismo apostata ha intentado engañar de hecho a la gente de la tierra al hacerles pensar que ellos están representando una organización recta que esta defendiose justamente de los ataques (según su percepción); sin embargo están usando “fuego extraño,” (Lev 10:1) al rechazar los principios mismos del Cristianismo genuino, haciendo del gobierno un falso profeta.

 

Se ha predicho que habría falsos reavivamientos en estos últimos días, (2 Tim 4:3-4) y, específicamente, que Elías el profeta vendría antes “del grande y terrible día de Yahweh.” (Mal 4:3)

 

La segunda bestia hace precisamente lo que un falso profeta debe hacer en los últimos días, porque falsifica la misión del verdadero Elías, y “éstos son falsos apóstoles, obreros fraudulentos, que se disfrazan como apóstoles de Cristo. Y no es maravilla, porque el mismo Satanás se disfraza como ángel de luz. Así que, no es extraño si también sus ministros se disfrazan como ministros de justicia; cuyo fin será conforme a sus obras.” (2 Cor 11:13-15) Al entenderse esta conexión, vemos que el segundo reino anticristiano que Juan predijo esta verdaderamente y justamente consignado a las llamas del juicio final, sufriendo perdición con los otros de su camarilla bajo el nombre por el que se condena en las cortes Celestiales.

 

3.6.8 – El Ejercito del Cielo (Huestes Celestiales)
Las estrellas son usadas ocasionalmente para representar las “luces” de las cortes celestiales, los santos ángeles, y algunas veces también representan a los ángeles caídos. Leemos, por ejemplo: “Desde los cielos pelearon las estrellas; desde sus órbitas pelearon contra Sísara.” (Jueces 5:20) Los oponentes del comandante de guerra cananita, Sisara, fueron vistos como agentes participes de la obra divina de Yahweh, (vers. 13-19) y por lo tanto como “estrellas;” este simbolismo no solo se aplica siervos humanos del Altísimo, sino también a Ángeles literales.

 

“¿Dónde estabas tú cuando yo fundaba la tierra? […]Cuando alababan todas las estrellas del alba, Y se regocijaban todos los hijos de Dios?” (Job 38:4ª,7)

 

Aunque el término “hijos de Dios” ocasionalmente se refiere a los humanos redimidos, (ver, Juan 1:12, Rom 8:14, 1 Juan 3:2) en el libro de Job se usa claramente como un término que describe criaturas no-humanas que tienen acceso a las Cortes Celestiales

mismas, como aquí, “Un día vinieron a presentarse delante de Jehová los hijos de Dios, entre los cuales vino también Satanás.” (Job 1:6, ver Job 2:1)

 

La frase “huestes Celestiales o ejércitos del Cielo” se refieren a estrellas literales como a ángeles en profecía: “Y todo el ejército de los cielos se disolverá, y se enrollarán los cielos como un libro; y caerá todo su ejército, como se cae la hoja de la parra, y como se cae la de la higuera. […] Y las estrellas del cielo cayeron sobre la tierra, como la higuera deja caer sus higos cuando es sacudida por un fuerte viento.” (Isaías 34:4, Apoc 6:13)

 

“Entonces él dijo: Oye, pues, palabra de Yahweh: Yo vi a Yahweh sentado en su trono, y todo el ejército de los cielos estaba junto a El, a Su derecha y a Su izquierda.” ( 1 Reyes 22:19) “Jacob siguió su camino, y le salieron al encuentro ángeles de Dios. Y dijo Jacob cuando los vio: Campamento de Dios es este; y llamó el nombre de aquel lugar Mahanaim [dos campamentos de ángeles].” (Gen 32:1-2) “Dios se apartó, y los entregó a que rindiesen culto al ejército del cielo; como está escrito en el libro de los profetas: ¿Acaso me ofrecisteis víctimas y sacrificios En el desierto por cuarenta años, casa de Israel? Antes bien llevasteis el tabernáculo de Moloch, Y la estrella de vuestro dios Renfán, Figuras que os hicisteis para adorarlas. Os transportaré, pues, más allá de Babilonia.” (Hechos 7:42-43)

EL SENDERO DE ELIAS: 3.5 – El Estado de los Muertos y ¿Un Infierno Eterno?

3.5.1 –Generalización Doctrinal

 

Esta es una doctrina que ha producido ciertas consecuencias, porque tiene aplicaciones prácticas y espirituales. “¿Que ocurre cuando morimos?” esta es una de aquellas preguntas que cada religión (incluyendo el humanismo secular) trata de responder de una forma o de otra. La Biblia es muy explicita en cuanto a lo que sucede cuando un hombre muere: “Porque los que viven saben que han de morir; pero los muertos nada saben, ni tienen más paga; porque su memoria es puesta en olvido. […]Todo lo que te viniere a la mano para hacer, hazlo según tus fuerzas; porque en el Seol, adonde vas, no hay obra, ni trabajo, ni ciencia, ni sabiduría.” (Ecl 9:5,10)

 

“[Yahshua] les dijo, ‘Nuestro amigo Lázaro duerme; mas voy a despertarle. Dijeron entonces sus discípulos: Señor, si duerme, sanará. Pero Jesús decía esto de la muerte de Lázaro; y ellos pensaron que hablaba del reposar del sueño. Entonces Jesús les dijo claramente: Lázaro ha muerto’” (Juan 11:11-14)

 

“Pues sale su aliento, y vuelve a la tierra; en ese mismo día perecen sus pensamientos.” (Salmo 146:4)

 

“Y muchos de los que duermen en el polvo de la tierra serán despertados, unos para vida eterna, y otros para vergüenza y confusión perpetua.” (Dan 12:2)

 

“Y apedreaban a Esteban, mientras él invocaba y decía: ‘Señor Jesús, recibe mi espíritu’. Y puesto de rodillas, clamó a gran voz: Señor, no les tomes en cuenta este pecado. Y habiendo dicho esto, durmió.” ( Hechos 7:59-60)

 

Dondequiera que la Biblia describe la muerte, particularmente cuando se refiere a los efectos en el individuo, considera la muerte como “un estado de dormir inconciente” donde no hay conocimiento, ni pensamientos. No hay castigo sino hasta el juicio, (Dan 12:2) y no habrá recompensa sino hasta el segundo advenimiento de Cristo.( 1 Tim 4:8) Aquellos que enseñan que los muertos van inmediatamente al juicio, fundamentándose en uno o dos versículos, ignoran el significado de los versículos anteriormente menciónanos. Sin embargo no existe contradicción alguna en las Escrituras y por lo tanto no hay necesidad de ignorar los pasajes que apoyan otros pasajes. Es verdad que algunos pasajes parecen “extraños” (a primera vista) si nos fundamentamos en ciertos versículos, como los siguientes: “porque el hombre va a su morada eterna, y los endechadores andarán alrededor por las calles […] y el polvo vuelva a la tierra, como era, y el espíritu vuelva a Dios que lo dio.” (Ecl 12:5b,7) También, esta la enseñanza de Cristos sobre el infierno: “Si tu mano te fuere ocasión de caer, córtala; mejor te es entrar en la vida manco, que teniendo dos manos ir al infierno, al fuego que no puede ser apagado, donde el gusano de ellos no muere, y el fuego nunca se apaga.” (Marcos 9:43-44)

 

Los versículos de esta clase de pasajes se originan de un mal entendido sobre los términos “espíritu” y “alma.” Eclesiastés 12 declara que, como Esteban lo pidió, el “espíritu” regresa a Dios quien lo dio. Esto no se esta refiriéndose a que alguna parte conciente del hombre va a Dios dondequiera que muera porque el mismo autor menciona que los muertos nada saben. (Ecl 9:5) De hecho, la palabra “espíritu” es la palabra hebrea “ruach”, que significa simplemente “aliento” y se usa figurativamente para representar la esencia que da vida y activa un ser vivo (sean estos humanos o animales – Ecl 3:21) Las Escrituras hacen una distinción entre el “espíritu”, que es la esencia vivificante de los vivos y el “alma” , que contiene de los pensamientos y la conciencia. Leemos, “Entonces Yahweh Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente.” (Gen 2:7)

Cuerpo + Espiritu = Alma

 

 

El hombre es una combinación de elementos, una construcción constituida de dos partes; el cuerpo y el espíritu (o “aliento de vida”). “Neshamah”, el termino hebreo para “aliento de vida, ” se usa paralelamente con la palabra “ruach” en versículos tales como, “El espíritu de Dios me hizo, y el soplo [neshamah] del Omnipotente me dio vida.” (Job 33:4) Ahora, la fusión resultante del cuerpo y del espíritu no produce nada inmortal, como muchos cristianos nominales creen. La idea del “alma inmortal” es un mito pagano que ha llevado a muchos al concepto erróneo del “infierno eterno,” una doctrina repugnante e inconcebiblemente brutal que sigue siendo defendida por profesos grupos creyentes de la Biblia.

 

Las Escrituras declaran lo siguiente :

 

“He aquí que todas las almas son mías; como el alma del padre, así el alma del hijo es mía; el alma que pecare, esa morirá.” (Ezeq 18:4)

 

“Y no temáis a los que matan el cuerpo, mas el alma no pueden matar; temed más bien a aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno.” (Mat 10:28)

 

De nuevo, “El alma que pecare, esa morirá” (Ezeq 18:20a)

 

La Palabra de Dios solo declara como inmortal a la Deidad; ni siquiera los ángeles se describen de esta manera porque ellos, siendo seres espirituales, también (si son ángeles caídos) serán destruidos en el juicio final. Leemos de Cristo Yahshua que El es, “bendecido y solo Soberano,

 

Rey de reyes, y Señor de señores, el único que tiene inmortalidad, que habita en luz inaccesible.” (1 Tim 6:15-16, ver 1 Tim 1:17) Los seres creados pueden obtener inmortalidad si están en conexión con la Deidad pero esta es una propiedad que tiene que buscarse, (Rom 2:7) y que tiene que ser “adherida a,” (1 Cor 15:54) y no una propiedad inherente de los seres humanos creados.

 

En el lenguaje figurativo y en la exposición doctrinal se declara que el alma esta sujeta a la muerte, (es decir, es mortal) y Cristo declara que el “Infierno” es el lugar donde se llevara a cabo esta destrucción. Ahora, nuevamente debemos ser cuidadosos con nuestros términos porque ha surgido gran confusión por las palabras que se han empleado en las traducciones, por ejemplo en ingles, en el Viejo Testamento la palabra “Hell o Infierno” surge del termino Hebreo She’ol, que simplemente significa un lugar figurativo para los muertos. No es un lugar de tormento sino un lugar de silencio, (Salmo 31:17) de oscuridad, (Job 17:13) y es el destino colectivo a todos aquellos que mueren. (1 Samuel 2:6) La razón por la que muchos lectores de las traducciones Inglesas no toman en cuenta esto es porque la palabra se traduce comúnmente como “sepulcro” (grave) y no “Infierno” (Hell).

 

En el Nuevo Testamento, Cristo uso una palabra diferente, que ha sido traducida como “Infierno” (Hell) y esta palabra es “Gehenna”, que describe un lugar de consumación (Mat 5:22) Pero debemos tener presente que este lugar nunca ha sido mencionado en la Biblia como el lugar donde todas las personas van inmediatamente despues de que mueren. De hecho, el Nuevo Testamento hace una diferenciación entre Hell (el lugar colectivo de los muertos) y el fuego destructivo que Cristo llama “Gehenna”. Esta escrito, “Y la muerte y el Hades (Hell) fueron lanzados al lago de fuego. Esta es la muerte segunda.” (Apoc 20:14) La palabra para “Hell” (en ingles) es la palabra Griega Hades, que es el término del Nuevo Testamento que corresponde con la palabra Hebrea She’ol. La confusión surge cuando “Gehenna” y “Hades” son traducidas con la misma palabra, “Hell” (Infierno), a pesar de que sus connotaciones son bastante diferentes. “Gehenna” es un lugar de consumación y esta representado correctamente por “el lago de fuego” Sin embargo, el estado de los muertos se describe consistentemente, en ambos Testamentos de la Biblia, como She’ol o Hades.

 

¿Pero que hay sobre la declaración de Yahshua sobre aquellos que estarán en “Gehenna”, “donde el gusano de ellos no muere” y donde hay fuegos destructivos e “inextinguibles” (Lucas 3:17) y “eternos”? (Judas1:7) El primer versículo es fácil de entender; el término inextinguible (asbestos) simplemente significa que el fuego no se extinguirá. No hay escape de las llamas purificadoras porque no pueden extinguirse. Sin embargo, si el fuego arde hasta que no queda nada más por consumir y todo se ha reducido a cenizas este fuego no fue extinguido, simplemente completo su tarea hasta el final. Esto es precisamente lo que las Escrituras dicen que pasara con los pecadores en el Juicio final:

 

“Porque he aquí, viene el día ardiente como un horno, y todos los soberbios y todos los que hacen maldad serán estopa; aquel día que vendrá los abrasará, ha dicho Yahweh de los ejércitos, y no les dejará ni raíz ni rama.” (Mal 4:1) “Mas los impíos perecerán, Y los enemigos de Yahweh como la grasa de los carneros serán consumidos; se disiparán como el humo.” (Salmo 37:20)

 

“He aquí que serán como tamo; fuego los quemará, no salvarán sus vidas del poder de la llama; no quedará brasa para calentarse, ni lumbre a la cual se sienten.” (Isaías 47:14) Aquí notamos que no hay liberación de estas llamas porque no pueden extinguirse; sin embargo, las llamas continúan consumiendo y por eso se describen como un fuego que nunca será apagado. “No se apagará de noche ni de día, perpetuamente subirá su humo; de generación en generación será asolada, nunca jamás pasará nadie por ella. Pero el pelícano y el erizo, la lechuza y el cuervo morarán en ella; y se extenderá sobre ella cordel de confusión, y rocas de asolamiento.” (Isaías 34:10-11)

 

Cuando el Mesías habla que “su gusano no muere” esta empleando precisamente la escena real, la expresión “su gusano” no es una representación figurativa del alma sino mas bien una representación del “agente de destrucción que obra consistentemente”, hasta que no queda nada en la tierra desolada – sobre esta purificación se re-creara “el cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer Cielo y la primera tierra pasaron.” (Apoc 21:1) De hecho, Cristo esta citando directamente del profeta Isaías quien dice, “Y saldrán, y verán los cadáveres de los hombres que se rebelaron contra mí; porque su gusano nunca morirá, ni su fuego se apagará, y serán abominables a toda carne (hombre). (Isaías 66:24) En otro lugar dice que nosotros, “hallaremos a los malos, los cuales serán ceniza bajo las plantas de [nuestros] pies.” (Mal 4:3)

 

Este concepto es consistente con la manera en que el lenguaje hebreo usa el termino “para siempre o por los siglos de los siglos,” el cual significa simplemente “hasta la muerte,” o “por un periodo de tiempo” (Éxodo 21:6) Sodoma y Gomorra, las ciudades que sufrieron el castigo del “fuego eterno,” (Judas 1:7) no están ardiendo ahora ¿o si?; igualmente paso con Jerusalén , que sufrió un fuego que “no seria apagado o extinguido,” (Jer 17:27) sin embargo ha sido reconstruida; y hay gente ahora viviendo allí.¿no es así? El hecho de que la obra de los agentes destructores (como las llamas y el gusano) se describen como eternos o imparables no evitan en absoluto la muerte de los impíos y su destrucción final a cadáveres y cenizas. Si, el juicio es eterno, el castigo es eterno, (Mat 25:46) pero el “tormento conciente” durante este proceso de reducción a las cenizas, a la muerte, no existe. La Biblia presenta el castigo como eterno porque nunca más volverán a existir los impíos. El decir que sigue habiendo un estado de conciencia en “la muerte espiritual” es inventar doctrinas completamente extrañas a los registros Bíblicos.

 

3.5.2 – Respuestas a Seis Objeciones

 

Existen aproximadamente seis pasajes Bíblicos que frecuentemente son empleados por aquellas formas de Cristianismo, que desafortunadamente han aceptado una forma de espiritualismo en su teología, para objetar contra la doctrina bíblica de la mortalidad del alma. Estos pasajes son Lucas 23:39-43; 1 Samuel 28:11-12; Lucas 16: 19-24; Filipenses 1:21-24; Apocalipsis 6:9-10 y Apoc 14: 9-11 (ver, Apoc 20:10).

 

Dos de estos pasajes pueden responderse inmediatamente. El pasaje de Lucas 23 se trata del ladrón en la cruz, del cual tenemos registrado en la Biblia, “Entonces Yahshua le dijo: De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso.” (Lucas 23:43)

 

El pasaje en Filipenses 1 dice así, “Porque para mí el vivir es Cristo y el morir es ganancia. Más si el vivir en la carne resulta para mí en beneficio de la obra, no sé entonces qué escoger. Porque de ambas cosas estoy puesto en estrecho, teniendo deseo de partir y estar con Cristo, lo cual es muchísimo mejor; pero quedar en la carne es más necesario por causa de vosotros.” (vers 21-24) Pablo hace una declaración similar aquí: “pero estamos confiamos, y más quisiéramos estar ausentes del cuerpo y estar presentes con el Señor.” (2 Cor 5:8)

 

Cristo parece estar diciéndole al ladrón que inmediatamente murieran, “hoy,” ambos estarían en el Paraíso (equivalente al Cielo en pasajes como 2 Cor 12:2-4; Apoc 2:7, Apoc 22:2,14). Pablo parece estar diciendo en Filipenses que si el parte de esta vida el inmediatamente “estaría con Cristo” porque “estar ausente del cuerpo [es] estar presentes con el Señor,” Lo que estas personas dejan fuera de la ecuación es el estado de los muertos; nadie podrá entender el sistema divino de recompensa y retribución (castigo) si no se comprende o conoce el estado de los muertos, porque el juicio generalmente viene después de la muerte. (Heb 9:27)

 

En el caso del ladrón en la cruz, ¿Fue verdad que ambos, el ladrón y el Mesías estuvieron en el Paraíso ESE día? Este no puede ser el caso. Justo antes de la puesta del sol, al finalizar el día, los soldados descubrieron que Yahshua había muerto mucho antes de lo esperado. (Juan 19:31) Concluyentemente, aunque Cristo murió en el día de la Pascua, El no entro al Paraíso hasta después de Su ascensión, con un cuerpo y forma física. Cuando Cristo murió el estaba en el Hades, que vimos anteriormente ser el estado de los muertos, (excepto en la mitología pagana) hasta que Cristo fue resucitado al tercer día. (Hechos 2:27) ¿Entonces quebranto Cristo Su promesa? La promesa no fue quebrantada; es simplemente un asunto de acentuación y parcialmente un asunto de tiempo. El texto en Griego lee así, [recuerden que no existen comas en el griego], “Entonces Jesús le dijo: De cierto te digo este día (“sēmeron”) estarás conmigo en el paraíso. Sin ninguna puntuación, se puede ver fácilmente que aunque El hablo la promesa ese día (“te digo este día”) no se cumpliría hasta que ambos entraran al Paraíso en un tiempo futuro.

 

En un sentido secundario, al ladrón le parecería como si el tiempo no hubiera transcurrido en absoluto, desde su muerte al cumplimiento de la promesa. Asumiendo que el ladrón haya muerto ese día debido a las heridas adicionales que los soldados le infligieron. (Juan 19) Lo próximo que el ladrón concientemente experimentaría (porque no hay sabiduría, ni conocimiento en la muerte) es el gozo de la vida eterna. Lucas 23 no da ningún indicio de ir en contra del estado de los muertos, como la Biblia lo describe.

 

En el caso de Pablo una situación muy similar surge. Pablo decidió que era mejor estar con Cristo en la muerte que permanecer por más tiempo en la tierra. No obstante, Pablo se conforta a si mismo con la idea de que esta ayudando a los santos necesitados en esta

vida hasta que sea llamado a descansar. Estar ausente en el cuerpo no significa, sin embargo, entrar inmediatamente a la presencia de Cristo. Pablo mismo niega la inmediatez de este evento en varios pasajes. El escribe, justo antes de ser ejecutado por la espada Romana, “Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día; y no sólo a mí, sino también a todos los que aman su venida.” (2 Tim 4:8) Desde el punto de vista de Pablo, la muerte lo traería inmediatamente a Cristo pero el evento en si no tomaría lugar sino hasta “en aquel día” de “Su venida” donde no solo el sino todos los santos redimidos recibirían la recompensa que Cristo trae consigo. (Apoc 22:12) Como Daniel lo señala, solo es después de la muerte (estado de sueño inconciente) que los individuos “despiertan” para recibir la bendición y la maldición de acuerdo a sus caracteres. (Dan 12:2)

 

En otro lugar, Pablo les dice a aquellos que están sufriendo por la muerte de sus seres queridos, “Tampoco queremos, hermanos, que ignoréis acerca de los que duermen, para que no os entristezcáis como los otros que no tienen esperanza. Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá [Gr. ago] Dios con Jesús a los que durmieron en él. Por lo cual os decimos esto en palabra del Señor: que nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la venida del Señor, no precederemos a los que durmieron. Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero.

 

Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor. Por tanto, alentaos los unos a los otros con estas palabras.” (1 Tes 4:13-18)

 

La palabra en ingles “bring” (traer) en 1 Tes 4:14 (Gr: ago) ha sido fuente de innecesaria confusión. No siempre significa traer contigo de algún lugar a otro. Su significado es “guiar,” “emerger,” “traer a manifestación” y aun “abandonar” o “enviar o despachar” en versículos tales como Mateo 26:46. Es un termino general que significa “remover” y no esta insinuando que los que duermen serán traídos del Cielo junto con Cristo a la tierra. Pablo les señala que aquel día cuando ellos reciban sus vidas nuevamente, así como Cristo recibió la suya , ellos “emergerán, resucitaran” como Cristo cuando las coronas de vida les sean presentadas. Pablo apunta hacia la resurrección como la esperanza del Cristiano y como la dicha de espíritus intangibles e incorpóreos, por esta razón les advirtiere a los creyentes a que no fueran “ignorantes” sobre este asunto. Tristemente, aunque Pablo nos dice “que nos consolemos los unos a los otros con estas palabras,” la mayoría de los funerales he hoy, del Cristianismo moderno, mencionan palabras completamente diferentes y opuestas a las palabras de Pablo en 1ra Tesanolicenses capitulo 4, cuando consuelan a los agraviados. Esto es muy desafortunado.

 

El siguiente pasaje que vale la pena profundizar es 1ra Samuel 28. Leemos, “La mujer entonces le dijo [a Saúl]: ¿A quién te haré venir? Y él respondió: Hazme venir a Samuel. Y viendo la mujer a Samuel, clamó en alta voz, y habló aquella mujer a Saúl, diciendo: ‘¿Por qué me has engañado? pues tú eres Saúl […] ¿Qué has visto? Y la mujer respondió a Saúl: He visto dioses que suben de la tierra. Saúl entonces percibió que era Samuel, y humillando el rostro a tierra, hizo gran reverencia. […]Entonces Samuel dijo: ¿Y para qué me preguntas a mí, si Yahweh se ha apartado de ti y es tu enemigo?’” (1 Sam 28: 11-12,14,16)

 

En este inusual pasaje algunos Cristianos han visto el “espíritu” o el alma incorpórea y conciente del profeta Samuel que estaba siendo llamado o levantado por una nigromante pagana forzada a hablar con un rey de quien ya se le había dicho lo siguiente, “Y consultó Saúl a Yahweh; pero Yahweh no le respondió ni por sueños, ni por Urim, ni por profetas.” (1 Sam 28:6) Fuera de estos problemas en el capitulo debemos tomar en cuenta que el narrador de Samuel esta hablando desde la perspectiva de Saúl. Saúl “percibió o entendió que era Samuel” y el registro después se refiere a la entidad por su nombre, a pesar del hecho de que unos versículos atrás ya se había declarado que Yahweh no le contesto a Saúl por medio de profetas. ¿Acaso una hechicera pagana forzó al Todopoderoso para invertir o hacer cambiar Su decisión? Esto no puede aceptarse razonablemente.

 

Para resolver este asunto muy sencillamente, todo lo que necesitamos hacer es regresar a la descripción del incidente donde no se mencionen las percepciones de Saúl . Por la gracia del Todopoderoso la Biblia es perfecta y contiene suficiente información para entender toda enseñanza. Leemos del Libro de Crónicas, un registro histórico que comenta los eventos que tomaron lugar en los libros de Samuel y de Reyes, “Así murió Saúl por su rebelión con que prevaricó contra Yahweh, contra la palabra de Yahweh, la cual no guardó y porque pidió [consejo] a una [adivina].” (1ra Crónicas 10:13)

 

He adherido corchetes deliberadamente en ciertas palabras, como hice en la Sección 3.1 que trata del Sabbath, para demostrar que la misma clase de mal entendidos surgen por aquellos traductores que adhieren sus opiniones a la Biblia. El texto original lee así,

 

Saúl murió por su trasgresión […] y también por pedir hablar con un espíritu familiar para consultarle.” La Biblia no dice que la muerte de Saúl resulto por haber consultado con la mujer en si (aunque consulto con ella). Una “mujer que tiene un espíritu familiar” en Hebreo es “isha behalath owb.” El término hebreo, en Crónicas, que se refiere a que Saúl consulto fue “owb”, que en hebreo equivale a que hablo con el espíritu familiar en persona.

 

Lo que Saúl experimento fue un engaño de un espíritu familiar, un demonio que se adhirió (posesión) a un humano para proveer al individuo de ciertos poderes tales como clarividencia, (es decir, adivinación- Deut 18:10) premonición (es decir, vaticinio – Hechos 16:16) y así sucesivamente. Samuel, quien había muerto, permaneció muerto y no fue sujeto a las encantaciones de los hechiceros contra la expresa voluntad del Creador. Al ver el escenario y el registro de los eventos Bíblicos completamente, no necesitamos preocuparnos de tener malos entendidos sin que antes encontremos en la misma Biblia las declaraciones y enseñanzas correctivas. Al ver los dos pasajes paralelamente, cada uno con su propósito, encontramos en el Libro de Samuel que Saúl de hecho creyó estar hablando con el profeta muerto y por lo tanto fue engañado; mientras que en Crónicas vemos la declaración de los hechos tal y como ocurrieron y del cual podemos apoyarnos para enseñanzas doctrinales.

 

Lucas 16, el pasaje que trata con la enseñanza de “Lázaro y el hombre rico” es uno de los pasajes mas erróneamente empleados para tratar de “probar” que existe un estado de conciencia entre la muerte y la resurrección. Leemos, “Había un hombre rico, que se vestía de púrpura y de lino fino, y hacía cada día banquete con esplendidez. Había también un mendigo llamado Lázaro, que estaba echado a la puerta de aquél, lleno de llagas, y ansiaba saciarse de las migajas que caían de la mesa del rico; y aun los perros venían y le lamían las llagas.

 

Aconteció que murió el mendigo, y fue llevado por los ángeles al seno de Abraham; y murió también el rico, y fue sepultado. Y en el Hades alzó sus ojos, estando en tormentos, y vio de lejos a Abraham, y a Lázaro en su seno. Entonces él, dando voces, dijo: Padre Abraham, ten misericordia de mí, y envía a Lázaro para que moje la punta de su dedo en agua, y refresque mi lengua; porque estoy atormentado en esta llama.” (Lucas 16:19-24)

 

Hay algunos cristianos que creen que estos eventos sucedieron literalmente y aprovechan este pasaje para defender la creencia en un tormento conciente y eterno en el momento de la muerte y que los justos obtienen una recompensa inmediata de ir al seno de Abraham.

 

Primero se necesita establecerse firmemente, que este pasaje es una parábola y no un discurso doctrinal. Algunos dicen, “Lucas 16 es una enseñanza y no un parábola” pero la única justificación que dan para este razonamiento es, “como el pasaje contiene un nombre, “Lázaro” esto demuestra que no es una parábola.” No hay defensa ni apoyo Bíblico alguno que justifique tal razonamiento. De hecho, las parábolas registradas en la Biblia contienen nombres, nombres de individuos, de la época: “Y él tomó su parábola y dijo: De Aram me trajo Balac, Rey de Moab, de los montes del oriente…” (Num 23:7, Num 24:15, Num 24:21 y Salmo 78 donde los “hijos de Efraín” son mencionados)

 

Al eliminarse esta objeción nos preguntamos entonces, ¿Que evidencia positiva existe para que concluyamos que Lucas 16 es de naturaleza parabólica.? La evidencia que se suplirá es definitiva; sabemos de las Escrituras que Yahshua siempre hablo en parábolas cuando se dirigía a la multitud y solo hablaba con lenguaje común cuando se encontraba solo con Sus discípulos. Leemos, “Todo esto habló Jesús por parábolas a la gente, y sin parábolas no les hablaba.” (Mat 13:34) “sin parábolas no les hablaba; aunque a sus discípulos en particular les declaraba todo.” (Marcos 4:34) “Y [Yahshua] les dijo [a Sus discípulos]: A vosotros os es dado saber el misterio del reino de Dios; mas a los que están fuera, por parábolas todas las cosas.”

(Marcos 4:11)

 

¿Hubo alguna multitud alrededor de Jesús cuando Lucas 16 se menciono? De hecho había mucha gente escuchando, incluyendo los Fariseos quienes eran hostiles contra Su ministerio. El discurso en Lucas 16 realmente empezó dos capítulos atrás, donde leemos, “Aconteció un día de reposo, que habiendo entrado para comer en casa de un gobernante fariseo, éstos le acechaban. […] [Jesús] refirió a los convidados una parábola, diciéndoles…” (Lucas 14:1,7) Después Jesús les provee una serie de parábolas. En la pausa del capitulo siguiente leemos, “Se acercaban a Jesús todos los publicanos y pecadores para oírle, y los fariseos y los escribas murmuraban, diciendo: Este a los pecadores recibe, y con ellos come. Entonces él les refirió esta parábola, diciendo…” (Lucas 15:1-3)

 

Después continúa otra serie de parábolas, incluyendo una de Sus parábolas mas conocidas, la parábola del “hijo prodigo.” (Lucas 5:11-32) Aunque el Mesías estaba dirigiéndose específicamente a Sus discípulos son estas parábolas, (Lucas 16:1) los Fariseos al igual que todos los demás oyentes estaban presentes para escuchar lo que se hablaría de ellos. (vers. 14). No hay conclusión en la narrativa hasta Lucas 17:11 y el pasaje presenta un discurso prolongado durante el cual muchos individuos estaban presentes porque se habían adherido o juntado a Sus discípulos y estaba prestando atención. El Evangelio de Lucas, como lo llamamos, es el Evangelio más cuidadoso al describir las cosas porque “toda la historia de las cosas, desde la primera, […] están en orden.” (Lucas 1:3)

 

Toda la evidencia Bíblica nos apunta hacia la historia del hombre rico y Lázaro, siendo una parábola de entre la serie de parábolas que se mencionaron en el público ese día de Sábado. Pero habiendo visto esto, ¿cual es el motivo una etiqueta, de un nombre? Algunos dicen, “Aun si es una parábola, las palabras y los conceptos siguen siendo verdaderos.”

 

Los conceptos son verdaderos en las parábolas pero los detalles son inventados con el propósito de resaltar estos conceptos. En otras parábolas, por ejemplo, la semilla de mostaza es llamada “la más pequeña de todas las semillas que hay en la tierra,” (Marcos 4:31) pero realmente no es la mas pequeña de todas las semillas. Después Cristo dice que “después de sembrada, esta crece y se hace la mayor de todas las hortalizas.” (Marcos 4:32) Esto tampoco es botánicamente correcto; pero desde el punto de vista de los oyentes la semilla de mostaza era un ejemplo perfecto para entender el concepto de algo que empieza pequeño y termina grande – el motivo y el punto de la parábola fueron entendidos.

 

Las historias presentadas en la Biblia cuando revelan un concepto o un principio a veces están adornadas de escenarios extraños. Por ejemplo, en Jueces dice, “Fueron una vez los árboles a elegir rey sobre sí, y dijeron al olivo: Reina sobre nosotros.” (Jueces 9:8) En la Casa de Yahweh, “la piedra clamará desde el muro y la tabla del enmaderado le responderá.” (Hab 2:11) “El cardo que está en el Líbano envió a decir al cedro que está en el Líbano: Da tu hija por mujer a mi hijo.” (2 Reyes 14:9) En el Nuevo Testamento, Yahshua dijo que los Fariseos “¡Guías ciegos, que coláis el mosquito, y tragáis el camello! (Mat 23:24)

 

Ninguna de estas cosas sucedieron literalmente pero, en cada caso, el punto del mensaje fue presentado. Aquellos que se enfocan en los detalles de escenarios como los anteriores cometen graves errores y están en peligro tanto de perder el objetivo de la enseñanza como de construir teologías basadas mayormente en metáforas. Este es el mismo error hecho por los Trinitarios, quienes personifican al Espíritu Santo simplemente porque las acciones de este agente se describen en forma activa ( hay pasajes Bíblicos donde también se le atribuyen acciones activas a objetos o principios) Mucho peor aun, en el caso de la enseñanza sobre la muerte y el infierno, estos individuos están en peligro de aceptar un punto de vista completamente contradictorio a varios pasajes explícitos de la Escritura y tergiversan erróneamente el carácter del Creador, quien estableció la Ley Divina.

 

La parábola de Lucas 16 fue proveída por el Mesías para revelar que aquellos que son bendecidos en esta vida no necesariamente son vistos favorecidos por el Cielo pero – como se declaro al principio de esta guía – es el carácter y no la riqueza, los poderes o las posesiones, lo que determina el verdadero éxito a largo plazo. Los detalles de la parábola no son un fundamento sensato para deshacer la teología ya establecida por Salomón, David y los profetas inspirados en cuanto al estado de los muertos.

 

Finalmente, tenemos un par de pasajes del Libro de Apocalipsis que aparentan dar indudablemente una enseñanza diferente sobre la muerte y la vida después de la muerte, Leemos, “Cuando abrió el quinto sello, vi bajo el altar las almas de los que habían sido muertos por causa de la palabra de Dios y por el testimonio que tenían. Y clamaban a gran voz, diciendo: ¿Hasta cuándo, Señor, santo y verdadero, no juzgas y vengas nuestra sangre en los que moran en la tierra?” (Apoc 6:9-10)

 

En otro pasaje leemos del castigo de los impíos, del Mensaje del Tercer Ángel que se refirió en el Capitulo 2: “él también beberá del vino de la ira de Dios, que ha sido vaciado puro en el cáliz de su ira; y será atormentado con fuego y azufre delante de los santos ángeles y del Cordero; y el humo de su tormento sube por los siglos de los siglos. Y no tienen reposo de día ni de noche los que adoran a la bestia y a su imagen, ni nadie que reciba la marca de su nombre.” (Apoc 14:10-11) Esto también se declara de Satanás mismo: “Y el diablo que los engañaba fue lanzado en el lago de fuego y azufre, donde estaban la bestia y el falso profeta; y serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos. (Rev 20:10)

 

Esto parece ser una contradicción sobre la idea de que los impíos “son consumidos” en humo y que todo lo que queda de ellos son cenizas sobre las cuales la nueva Creación se establecerá. Si se entiende, sin embargo, que la visión de Juan se delinea sobre escenarios similares previamente vistos por otros profetas entonces podremos (como en la declaración del “gusano que nunca muere”) obtener mayor iluminación, al ir a esas fuentes – los registros originales de la inspiración.

 

El caso de “las almas que están bajo el altar” puede explicarse rápidamente. Este pasaje, tomado por si mismo parece hablar de almas incorpóreas y concientes en el Cielo y que están deseosas de vengar su muerte. Lo primero que tenemos que preguntarnos es, “¿Esta este altar en el Cielo?” La mayoría de los lectores han asumido esta idea, sin embargo Juan simplemente dice, “cuando abrió el quinto sello, vi bajo el altar las almas de los que habían sido muertos por causa de la palabra de Dios y por el testimonio que tenían.”(Apoc 6:9) Si vemos los eventos que están tomando lugar cuando los sellos son rotos, todos ellos resultan como efectos en la Tierra, no en el Cielo. En la tierra se ve victoria, violencia, hambruna y muerte, antes del 5to sello, y terremotos y otros desastres naturales, después de este sello.

 

Además, notamos que no hay un Altar de Sacrificio en el Cielo. Desde la perspectiva del Cielo, el Altar de Sacrificio es la Tierra, donde el Cordero de Dios fue muerto. (Lucas 9:22. Heb 13:12) Existe un Altar en el Cielo pero este Altar es de oro y no de Bronce , como el altar de sacrificio. (Exo. 39:38, Apoc 9:13)

 

Leemos en otro pasaje sobre la “sangre”, [cuando Yahweh le dijo a Caín] ‘¿Qué has hecho? La voz de la sangre de tu hermano clama a mí desde la tierra.”(Gen 4:10) Los conversos son llamados “a Yahshua, el Mediador del nuevo pacto y a la sangre rociada (esparcida) que habla mejor que la de Abel.”(Heb 12:24) La sangre, que es la “vida” del alma o del ser viviente, (Gen 9:4) se ve figurativamente clamando por venganza cuando esta vida es tomada injustamente, como fue el caso de Abel y Yahshua. La sangre de los mártires es vista simbólicamente como evidencia de que la justicia no será aplicada completamente hasta que aquellos que los pusieron a muerte por su fe respondan al Todopoderoso. Un elevado vehiculo simbólico es usado para representar esta verdad fundamental y se puede entender fácilmente como un simbolismo cuando recordemos, simplemente, que esta idea de la sangre hablando y clamando por justicia ha sido empleada desde los primeros capítulos de la Biblia.

 

Como veremos en el Capitulo 6, el cual trata de como estudiar la Biblia por principio y significado, si un pasaje toma parte de un discurso doctrinal o una instrucción cuando nos encontremos otros pasajes simbólicos que parecen estar en conflicto con una doctrina Bíblica debemos darle prioridad y obedecer los pasajes que forman parte de una doctrina o instrucción Biblia; el significado o principio representado en un pasaje simbólico debe escudriñarse mas. Muy frecuentemente encontramos que el autor de la declaración simbólica tiene un propósito específico al usar ciertas palabras que no tienen nada que ver con la premisa teológica establecida.

 

Finalmente llegamos a las objeciones que se fundamentan sobre el castigo de los impíos descritas en Apocalipsis 14 y 20, donde “el humo de su tormento sube por los siglos de los siglos. Y no tienen reposo de día ni de noche,” “Y el diablo que los engañaba fue lanzado en el lago de fuego y azufre, donde estaban la bestia y el falso profeta; y serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos.” (Apoc 14: 11a ; 20:10)

 

Dos cosas que deben decirse sobre el tormento humano descrito en Apocalipsis 14. Primero, no se ha dicho (nunca se ha dicho) que los humanos son atormentados para siempre. Los humanos están sujetos al castigo y al juicio eterno; esto significa que el resultado de la segunda muerte es permanente; el “humo” es otra manera de representar el resultado de la consumación y no un tiempo determinado de permanencia conciente en el fuego. El pasaje dice, específicamente, que el “humo” de su tormento sube para siempre o por los siglos de los siglos , este es enunciado significativo para aquellos que están familiarizados con los sacrificios del Viejo Testamento. Cuando se ofrecía una ofrenda para el pecado el “humo” de la ofrenda subía y este humo era un memorial del sacrificio y representaba por lo tanto la muerte y consumación del pecado. Unos cuantos ejemplos serian: “Y quemarás todo el carnero sobre el altar; es holocausto de olor grato para Yahweh, es ofrenda quemada a Yahweh.” (Exo 29:18) “

 

“… y quemó Moisés todo el carnero sobre el altar; holocausto de olor grato, ofrenda encendida a Yahweh.” (Lev 8:21) “Y de la mano del ángel subió a la presencia de Dios el humo del incienso con las oraciones de los santos.” (Apoc 8: 4) “pueblo que en mi rostro me provoca de continuo a ira, […]éstos son humo en mi furor, fuego que arde todo el día.” (Isaías 65:3,5) “… y de ello tomará el sacerdote su puño lleno de la flor de harina y del aceite, con todo el incienso, y lo hará arder sobre el altar para memorial; ofrenda encendida es, de olor grato a Yahweh.” (Lev 2:2)

 

Cuando hablamos sobre el simbolismo que Cristo uso al describir el “gusano que nunca muere,” lo citamos de Isaías 34. Lo citaremos nuevamente y nos enfatizaremos levemente en una sección diferente del pasaje: “Y sus arroyos [de Sión] se convertirán en brea, y su polvo en azufre, y su tierra en brea ardiente. No se apagará de noche ni de día, perpetuamente subirá su humo; de generación en generación será asolada, nunca jamás pasará nadie por ella.” (Isaías 34:9-10)

 

Este es claramente el simbolismo que Juan estaba empleando en Apocalipsis y vemos que así como el fuego que “no será apagado” finalmente se extinguirá, así el humo que sube para siempre (traducido en español como, siglos de los siglos) se presenta como un “memorial” (Lev 2:2) de la consumación del pecado y los pecadores (no arrepentidos) que se acabara antes de que la nueva creación sea establecida sobre las cenizas de la vieja; “los reunió su mismo Espíritu. Y él les echó suertes, y su mano les repartió con cordel; para siempre la tendrán por heredad; de generación en generación morarán allí.” (Isaías 34:17)

 

Pero, ¿Que hay acerca de Satanás? No dice Apocalipsis 20 que la cabeza de los ángeles caídos será atormentada “por los siglos de los siglos” (para siempre) en el Lago de Fuego? La sorprendente respuesta es, “No, no dice.” El versículo lee así, “Y el diablo que los engañaba fue lanzado en el lago de fuego y azufre, donde estaban la bestia y el falso profeta; y serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos.”

(Apoc 20:10)

 

Este pasaje no se esta refiriendo únicamente a Satanás sino también a la Bestia y al Falso Profeta, que no son individuos sino sistemas de autoridad política y civil; estos son reinos que se han sublevado contra Cristo y serán destruidos completamente en los últimos días. (Dan 2:44) Mencionaremos como los símbolos Bíblicos nos llevan a la identificación de la Bestia y el Falso Profeta en la siguiente sección de Simbología Bíblica.

 

Leamos nuevamente el versículo: “Y el diablo que los engañaba fue lanzado en el lago de fuego y azufre, donde estaban la bestia y el falso profeta; y serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos.” Aquí se revela que el fin de Lucifer estará en la destrucción que consumirá a los sistemas terrenales que se oponen al Reino de Yahshua; pero Satanás mismo sufrirá la condenación como una creatura y no como un sistema.

 

Los reinos son vistos simbólicamente como siendo “atormentados” eternamente, porque sus principios son y serán eternamente repudiados por el Reino de Dios pero el versículo tampoco esta hablando de las personas que componen estos reinos. La bestia y el falso profeta son simbólicamente “lanzados en el lago de fuego y azufre” (Apoc 19:20) en el Segundo Advenimiento de Cristo pero los impíos que han estado muertos “no volverán a vivir hasta que se cumplan mil años.” (Apoc 20:5) En otras palabras, aun cuando todos los humanos estén el Cielo durante el milenio o durmiendo hasta ser resucitados para morir nuevamente, la segunda muerte, la bestia y el falso profeta ya se ven de antemano en el lago de fuego, que no se materializara hasta el Juicio Final. (Apoc 20:9) Solo es cuando entendemos que la frase “por los siglos de los siglos (para siempre)” se aplica a los sistemas y no a los individuos es que podemos comprender cabalmente lo que le sucederá a Satanás al final. El será lanzado al lago de fuego donde los sistemas que acogieron sus principios se muestran estar sufriendo tormento eterno pero del ángel caído se dice, citando directamente las palabras del Todopoderoso, “Yo, pues, saqué fuego de en medio de ti, el cual te consumió, y te puse en ceniza sobre la tierra a los ojos de todos los que te miran.” No todo versículo que habla del Juicio Final esta automaticamente reconciliado y armonizado en la Biblia.

EL SENDERO DE ELIAS: 3.4 – El Juicio Investigador (en la Tierra)

Los fundamentos del Juicio Investigador, que surgen naturalmente al comprenderse la conexión existente entre los tipos terrenales y el cumplimiento espiritual de estos, resultan de la aplicación del patrón espiritual dado en referencia a verdades de carácter espiritual. La Biblia provee al respecto una extensa selección de Escrituras que pueden guiar al estudiante a un entendimiento mas seguro y completo sobre el asunto.

 

Las Escrituras que confirman la existencia del Juicio Investigador y hacen referencia al Santuario Celestial son: Dan 7:9-10, Dan 12:1-2, Apoc 20:12, Gen 7:10, Ezeq 9:1-6, Apoc 7:1-3, Isa 62:11, Mat 16:27, Heb 9:27, 1Tes 4:17, 1Tim 5:24, Apoc 22:11-12, Mat 25:31-34. Varios de éstos pasajes pueden entenderse claramente por si solos y otros nos llevan a una interpretación mas completa cuando los vemos de acuerdo a la luz de otros pasajes. Un breve resumen de la doctrina seria:

 

Yahshua el Mesías vino a la tierra y murió por los pecados de la humanidad. (1 Cor 5:7) Al hacerlo, El tomo los pecados de la humanidad consigo, (2 Cor 5:21) y ascendió al Santuario Celestial para ofrecer el Sacrificio de Si Mismo ante las Cortes Celestiales, (Jhon 20:17, Heb 10:20), para operar como nuestro Sumo Sacerdote en el Lugar Santísimo del Santuario Celestial. (Hebreo 9:11) El ha prometido regresar para recoger Sus santos fieles de la tierra (1 Juan 14:3) antes de que la Tierra sea destruida por los fuegos de juicio y de purificación. (1 Pedro 3:10) Durante un tiempo especifico, antes de que Cristo regrese por segunda vez, los casos de todos los hombres se habrán decidido o juzgado para bien o para mal, (Apoc 22:11) porque Yahshua viene a recoger y llevarse, a las moradas celestiales, aquellos que ya han sido juzgados como fieles. (Apoc 22:12) Y aquellos que comparten el espíritu del maligno serán destruidos con el resplandor de Su venida, (2 Tes 2: 8-12; Apoc 19:20-21; 2 Tim 4:1) y estarán reservados para después del Milenio Celestial, para el juicio o retribución final.

(Apoc 20:5)

 

El hecho de que “los casos de todos los hombres se habrán decidido para bien o para mal” antes del advenimiento de Cristo es lo que nos lleva a la conclusión que un Juicio Investigativo esta llevándose a cabo antes del Segundo Advenimiento. Cuando el Mesías regrese a la tierra no vendrá a “juzgar” en el sentido de tomar una decisión, sino a “juzgar” en el sentido de traer la retribución o recompensa a cada uno, es decir, vendrá separar aquellos que ya han sido catalogados como ovejas y cabras (Mat 25:32,33) En cuanto a este día Yahshua declara, “He aquí yo vengo pronto, y mi galardón esta conmigo para recompensar a cada uno según sea su obra.” (Rev 22:12)

 

La heredad ya ha sido “preparada” para los santos, (1 Juan 14:2) y el lago de fuego, aunque no esta en efecto aun, esta “reservado” para el diablo, sus ángeles, y (por asociación) los pecadores rebeldes para ese tiempo. (Mat 25:41)

 

Leemos, “Los pecados de algunos hombres se hacen patentes antes que ellos vengan a juicio, mas a otros se les descubren después.” (1 Tim 5:24) En cierto sentido, Pablo parece estar hablando sobre el Juicio de otros hombres, porque justo después el escribe, “Así también, las buenas obras se hacen patentes, y las que no lo son, no se pueden ocultar.” (vers. 25) Este principio también debe aplicarse espiritualmente porque si vuestros pecados van “antes a juicio” y son confesados y corregidos estos pecados no continuaran siendo una piedra de tropiezo para otros que estén a nuestro alrededor y serán borrados en el juicio espiritual del Cielo. (Mat 16:19, 18:18)

 

Este proceso de juicio, de “preparar” la recompensa y el castigo para la humanidad empezó a llevarse a cabo en el año 1844. Los adventistas han entendido y aplicado las profecías de Daniel al respecto, por mucho tiempo, particularmente el pasaje a continuación:

 

“Y él [el santo – literalmente el “Santo”] dijo: Hasta dos mil trescientas tardes y mañanas; luego el santuario será purificado.” (Dan 8:14) Aunque Daniel no entendió la visión, (vers. 15) el ángel Gabriel se le apareció y especifico, “Entiende, hijo de hombre, porque la visión es para el tiempo del fin.” (Dan 8:17) Gabriel después dirige a Daniel a través de una serie de lecciones simbólicas relacionadas a la historia humana, hasta llegar a una profecía sobre un individuo, representando a Roma pagana, que se levantaría “contra el Príncipe de los príncipes.” (vers. 25)

 

En el capitulo 9, Gabriel aborda el tema nuevamente cuando señala el estado de Israel bajo el exilio Babilónico y después da el punto de partida de la visión diciendo, “Setenta semanas están determinadas sobre tu pueblo y sobre tu santa ciudad, para terminar la prevaricación, y poner fin al pecado, y expiar la iniquidad, para traer la justicia perdurable, y sellar la visión y la profecía, y ungir al Santo de los santos. Sabe, pues, y entiende, que desde la salida de la orden para restaurar y edificar a Jerusalén hasta el Mesías Príncipe, habrá siete semanas, y sesenta y dos semanas; se volverá a edificar la plaza y el muro en tiempos angustiosos.

 

“Y después de las sesenta y dos semanas se quitará la vida al Mesías, mas no por sí; y el pueblo de un príncipe que ha de venir destruirá la ciudad y el santuario; y su fin será con inundación, y hasta el fin de la guerra durarán las devastaciones. Y por otra semana confirmará el pacto con muchos; a la mitad de la semana hará cesar el sacrificio y la ofrenda. Después con la muchedumbre de las abominaciones vendrá el desolador, hasta que venga la consumación, y lo que está determinado se derrame sobre el desolador.” (Dan 9:24-27)

 

Para hacer que el tiempo numérico asociados con este pasaje sea fácil de comprender, los Adventistas frecuentemente preparan un diagrama similar al que esta a continuación para reflejar el principio de que un “día” en una declaración simbólica o profética es equivalente a un año terrenal, tanto en el Viejo como en el Nuevo Testamento. (Num 14:34, Ezequiel 4:6, Lucas 13:32) Entonces obtenemos el siguiente diagrama.

 

Es muy importante entender que ambos pasajes de Daniel 9, donde Gabriel habló, fueron proporcionados por el Ángel como la respuesta a la pregunta de “cuánto tiempo” el Santuario del Todopoderoso sería despreciado y pisoteado. (Daniel 8:13, 9:17 ) Ambos pasajes se están refiriendo al mismo conjunto de eventos; por lo tanto el punto de partida de la cronología de Daniel 9 también debe aplicarse a la misma pregunta. Los 2300 días y las “setenta semanas” tienen el mismo punto de partida, no solo porque se está respondiendo la pregunta sino también porque Gabriel específicamente indica que las setenta semanas están “determinadas” (literalmente, “cortadas”) de la cronología entera de los 2300 días

Es decir, de los 2300 días setenta semanas le fueron dadas a los Hebreos “para que terminaran la prevaricación y pusieran fin al pecado y expiaran la iniquidad, para traer la justicia perdurable y sellar la visión y la profecía y ungir al Santo de los santos “. Desafortunadamente, los hebreos no hicieron ninguna de estas cosas y ciertamente “no ungieron” al Santo de los santos por su irrespeto al Santuario físico al no confesar y arrepentirse de los pecados de la nación y por su irrespeto y desprecio hacia el Mesías Príncipe, el “Ungido”, cuando apareció entre ellos. (1 Juan 1:11) Debido a esto el Mesías, que apareció en la ultima (69ava) semana, (Dan 9:25) fue “quitado” [muerto], mas no por sí” (Dan 9:26) y al ocurrir esto, un poco después, hizo “cesar el sacrificio y la ofrenda,” (vers. 27) y declaro la Casa de Israel “desolada” para siempre, hasta el fin.(Mat 23:38)

Tres años y medio (3 ½) después de la cruz el Evangelio fue oficialmente dado a los Gentiles, mas que todo por los esfuerzos de Pedro y Pablo, (Hechos 10; 13:46, Efe 3:1) trayendo un Reino de Justicia que ya no era de carácter nacional sino global. Este fue el fin del tiempo de gracia determinado para la Nación Israelita como los únicos guardianes del conocimiento de Yahweh. Individuos de todas las naciones fueron aceptados por medio de Jesucristo. (Apoc 14:6)

Setenta semanas son cuatrocientos noventa días profeticos y si se substraen del total de los 2300 días nos deja un remanente de 1,810 días (años en la Tierra). Sumar 1810 días (años) a partir del 34 D.C. nos lleva a 1844. En este tiempo fue predicho que el Santuario “seria purificado” (Daniel 8:14). De acuerdo a los Mileritas, los seguidores de un ministro Bautista llamado William (Guillermo) Miler, la purificación del Santuario fue relacionado con el Advenimiento de Cristo porque los Mileritas creían que la tierra era el Santuario de Yahweh. Sin embargo, bíblicamente esto no es correcto. Leemos, “Edificó Su Santuario sobre las alturas, como la tierra que cimentó para siempre.” (Salmo 78:69) “Porque miró desde lo alto de su santuario; Yahweh miró desde los cielos a la tierra.” (Salmo 102:19)

Dos cosas se revelan inmediatamente en estos pasajes. Primero, la tierra es como el Santuario en el sentido de que tiene ciertas características en común con el Verdadero; pero no son idénticos. En segundo lugar, según el paralelismo del salmo hebreo, la frase “la altura de Su Santuario” esta en aposición con la palabra “Cielo” dando a entender que el Santuario de Yahweh es una construcción de carácter espiritual y no terrenal. Como no se entendió completamente este punto clave de la enseñanza bíblica los Mileritas experimentaron lo que llego a conocerse como “El Gran Chasco.” Cuando el Mesías no vino.

Algunos, los que estaban seguros que el claro esquema matemático de interpretación estaba correcto de acuerdo a los indicaciones bíblicas, continuaron escudriñando las Escrituras con el propósito de entender el significado de la visión dada a Daniel y explicada por el ángel Gabriel. De estos estudiantes remanentes de la profecía surgieron los primeros Adventistas del Séptimo Día.

Una de las doctrinas peculiares de este nuevo movimiento fue el entendimiento de que el Santuario es un lugar espiritual, como se describió en la sección anterior, y que la “purificación del Santuario” fue el inicio de la obra final de Expiación, como esta descrita en Levíticos 16. Yahshua, como el Sumo Sacerdote, estaba haciendo “expiación por el santuario santo y el tabernáculo de reunión; también expiación por el altar, por los sacerdotes y por todo el pueblo de la congregación.” (Lev 16:33)

La palabra “expiación” es la palabra hebrea “kaphar”, y significa “una reconciliación, una purgación .” El resultado de esta purga era un estado de limpieza y purificación, como se menciona en el rito de la mujer posterior al parto, “[ella] traerá un cordero de un año para holocausto, y un palomino o una tórtola para expiación, a la puerta del tabernáculo de reunión, al sacerdote; y él los ofrecerá delante de Yahweh, y hará “kaphar” por ella, y será limpia del flujo de su sangre. (Lev 12:6-7)

 

Una “mujer,” o una Iglesia, (Jer 6: 2) que experimenta este proceso de limpieza es declarada limpia. Sus pecados son borrados del simbólico Libro de la Vida que se menciona en las Escrituras. Los nombres pueden borrarse del Libro si hay pecados registrados contra el individuo, (Ex 32:33) y los tales son destruidos en el juicio final. (Apoc 20:15) Por otro lado, aquellos que tienen sus pecados “limpiados” retienen sus nombres en el Libro de la Vida y de los tales esta escrito, “No entrará en ella [en la Nueva Jerusalén] ninguna cosa inmunda, o que hace abominación y mentira, sino solamente los que están inscritos en el libro de la vida del Cordero.” (Apoc 21:27, ver Daniel 12:1) Cuando “los Libros” son abiertos, (Dan 7:10), Apoc 20:12) se retendrán los nombres de algunos mientras que los nombres de otros son borrados al seguir reteniendo los pecados en el Libro. El Juicio Investigativo es simplemente un medio que la Biblia emplea para describir el inicio este proceso y poner todo en orden.

 

El versículo de Levítico 16 , que se relaciona a la “expiación” en el Santuario, es el único pasaje similar al de Daniel en toda la Escritura. Este versículo emplea una palabra para esa ceremonia, la ultima purificación de los pecados de Israel y significa “purgar,” un evento resultante del estado de limpieza.. Los Adventistas concluyeron que el purgamiento de este Santuario, representado por la “purificación del Santuario”, proféticamente comenzaría en 1844 y era el proceso de expiación justo antes del regreso de Cristo, una obra de juicio descrita en Levítico “para que estemos limpios de todos nuestros pecados delante de Yahweh.” (Lev 16:30) una solemne investigación en la que “aflijamos nuestras almas,” (Lev 23:27) indicando una seria contemplación y consideración de los eventos que están tomando lugar (ocurriendo) actualmente. Esta es la única conclusión posible si permitimos que la Escritura interprete sus propios términos y por lo tanto se interprete a si misma – porque no hay otro manera de purificación y limpieza mencionada en la Escritura con respecto al Santuario sino la de este ritual en particular.

 

Ahora, algunos han refutado este entendimiento y dicen, “ el Sumo Sacerdote solo entraba al lugar Santísimo del Santuario terrenal con el objetivo de purificarlo una vez al año. ¿Y si nosotros vamos a entrar al ‘lugar Santísimo’ por la sangre de Jesús, en una nueva manera de vivir, la cual El ha consagrado para nosotros através del velo, es decir Su carne,” ( en Su muerte y resurrección) porque dicen que Cristo entro en el lugar Santísimo en 1844?

 

Esta es una objeción importante y debe ser contestada. El asunto, como sucede con muchos eventos Bíblicos, consiste en el orden.

 

Al leer el relato del sacerdocio Levítico encontramos ciertamente que el Sumo Sacerdote (quien fue representado por Moisés antes de que su hermano fuera consagrado oficialmente) tenia que preparar primero el santuario, (inaugurarlo por decirlo así) incluyendo los accesorios del Lugar Santísimo por medio de una unción. (Lev 8:10-12) Después empezaría la ministración en el Lugar Santísimo y el sacerdote oficiante no entraría de nuevo en el Lugar Santísimo excepto al cumplirse el año, para la purificación anual. Levíticos señala que el lugar Santísimo fue ungido con aceite, pero el Libro de Hebreos indica que sus instrumentos y accesorios también fueron rociados con sangre como manera de preparación. (Heb 9:21)

 

Por lo tanto, esta bien dicho decir que “por Su propia sangre El entró una vez para siempre en el Lugar Santísimo, habiendo obtenido eterna redención para nosotros.” La frase “una vez para siempre” no debe usarse para dar a entender que El no entraría de nuevo a este lugar sino que Yahshua entraría a este lugar con una ofrenda completa. El entro con un sacrificio completo “a la vez,” de acuerdo a la connotación de la palabra griega que indica algo opuesto al derramamiento diario y continúo de nueva sangre (vers. 13-14) Un factor adicional es que desde la perspectiva de la tierra el Cielo es el “Lugar Santísimo.” Pero visto desde la perspectiva de alguien que esta en el Cielo, donde Cristo ha estado desde Su ascensión, el Lugar Santísimo es la Gloria que mora en el corazón del “Templo del Tabernáculo del Testimonio en el Cielo.”(Apoc 15:5) ¿Puede demostrarse esta posición con las Escrituras? Claro que si.

 

El autor de Hebreos esta usando todo el Cielo para referirse al lugar donde Cristo entro después de Su resurrección. Leemos del “mejor convenio,” (Heb 8:6) “y no por sangre de machos cabríos ni de becerros, sino por Su propia sangre, entró una vez para siempre en el Lugar Santísimo, habiendo obtenido eterna redención.” (Heb 9:12) Pablo esta hablando aquí del lugar “Santísimo,” que Hebreos 9: 7 se refiere al “segundo tabernáculo,” [erróneamente traducido como segunda parte en la versión Reina Valera 1960. Nota: “Primera parte” en Hebreos 9:6 es Primer Tabernáculo, en griego] que esta dentro del primero (el Cielo) y en el que el Sumo Sacerdote entraba “una vez al año.” Pero Pablo también esta hablando del Cielo como un “lugar santo o santísimo (depende de las versiones) desde la perspectiva de los seres humanos. Leemos aquí, mientras Hebreos continua la discusión: “Porque no entró Cristo en el santuario hecho de mano, figura del verdadero, sino en el cielo mismo para presentarse ahora por nosotros ante Dios.” (vers. 24)

 

En la expresión enfática “cielo mismo,” el autor de hebreos muestra su énfasis – no para referirse a la ministración dentro del Cielo sino al hecho de que el Mesías se ha presentado El mismo ante el Todopoderoso de una vez y con una completa misión para interceder a favor de la humanidad. Aun así el mismo Libro de Hebreos declara que Cristo en ese momento entro en algo semejante a la ministración diaria que se efectuaba en el primer compartimiento del Tabernáculo. Leemos que al Yahshua convertirse en el Sumo Sacerdote, “[El] también puede salvar perpetuamente a los que por él se acercan a Dios, viviendo siempre para interceder por ellos.[…] que no tiene necesidad cada día, como aquellos sumos sacerdotes, de ofrecer primero sacrificios por sus propios pecados, y luego por los del pueblo; porque esto lo hizo una vez para siempre, ofreciéndose a sí mismo.” (Heb 7:25,27)

 

A pesar del enfoque especifico, defendido por el autor de la Epístola a los Hebreos, encontramos que el Lugar Santísimo tenia que ser preparado antes para iniciarse su servicio. El hecho de que todo el Cielo es “más santo” desde una perspectiva terrenal no revela ninguna inconsistencia. Cristo entro ciertamente al “Lugar Santísimo” para la inauguración de Su Sacerdocio; pero inmediatamente después empezó a ministrar en el Lugar Santo, el “Cielo” en general (que es “más santo” que la tierra) hasta 1844 cuando el anti-tipo del Día de la Expiación se cumplió.

 

¡Note que también existe una diferencia entre la expiación y el sacrificio! Algunos estudiantes de la Biblia han abandonado el Adventismo debido a la falta de entendimiento sobre este tema. Cristo no ofrece un sacrificio diario en favor de los pecadores; esto El ya lo hizo una sola vez en la cruz. Sin embargo, a pesar de esto, El “vive para siempre” para hacer intercesión para la raza humana por virtud de este único y máximo sacrificio. En otras palabras, Yahshua esta desempeñando el rol de Sumo Sacerdote sin la necesidad de un continuo sacrificio – pero la expiación se describe como un proceso y no como un evento, desde la perspectiva de los humanos que están experimentando sus efectos.

 

Desde la perspectiva de la tierra, Cristo entro en la presencia de Dios después de Su Ascensión al Cielo, el “lugar mas santo,” sin embargo una vez que El emprendió la obra de expiación diaria, (la cual toma lugar en el lugar santo, y no en el lugar Santísimo del Tabernáculo) por la que El “vive para siempre” pero que terminaría antes de Su Segundo Advenimiento para recoger Sus santos. La obra de expiación final solo puede entenderse cuando contemplamos la ultima purificación descrita en el Santuario terrenal, el cual es sombra y representación del Santuario Celestial, y este tema no se menciona en absoluto por el autor de Hebreos, que estaba enfocándose particularmente con la expiación actual, las actividades que el Mesías esta desempeñando en el Cielo.

 

Desde 1844, el tiempo predicho por el profeta Daniel, Yahshua ha estado activamente preparándose para Su regreso, diciendo a Sus sirvientes “He aquí yo vengo pronto, y mi galardón conmigo, para recompensar a cada uno según sea su obra.” (Apoc 22:12) Este proceso es tan importante para nosotros hoy, que sabemos y revelamos lo que Yahshua esta haciendo para cumplir este evento, (en Lugar Santísimo) como lo fue para el autor de Hebreos el saber y declarar que en sus días el Mesías estaba ministrando (en el Lugar Santo).

 

EL SENDERO DE ELIAS: 3.3 – La Verdad del Santuario (Celestial)

En el Capitulo 1 leímos sobre la ceremonia del Día de Expiación descrito en Levíticos 16. Este ritual fue el clímax de un ciclo de consagración anual para la nación Israelita. Los pasos para la expiación, desde una perspectiva nacional, fueron los siguientes:

 

a) Si un individuo, o la congregación en general, había cometido un “pecado por yerro (por ignorancia o involuntario) contra cualquiera de los mandamientos de Yahweh” (Lev 4:2) se le daba una provisión, tenia que ofrecer un animal en sacrificio para ofrecerlo como su substituto. (Lev 4:13,27)

 

b)Los pecados del individuo culpable se confesaban sobre el animal, transfiriendo así la culpa simbólicamente a la ofrenda inocente. (verso 33)

 

c) El penitente entonces tenia que degollar al animal frente al Tabernáculo. La sangre era llevada por el sacerdote al altar de oro, donde un poco de ella era aplicada en los cuernos y el resto se vertía en la base del altar. (Lev 4:34)

 

d) Un paso que frecuentemente se pasa por alto es que después de que ciertas porciones de ciertos sacrificios eran quemados como ofrendas para el pecado la sangre era llevada al Lugar Santísimo y los sacerdotes comían esas porciones de la ofrenda que quedaban, en el que simbólicamente cada pecado era trasferido a su persona y era adjuntando al Tabernáculo.(Lev 6:25-26; 10:12-20) La perversión de este principio surgió en culturas y tradiciones paganas antiguas que creían en deidades “comedoras de pecado” (Ej: Los Tlazolteotl de los Aztecas, Escoceses, etc ).

 

El resultado acumulativo del ciclo de la expiación consistía en que los pecados de la congregación eran transferidos a los santos ornamentos y compartimientos del Tabernáculo, como el altar y el lugar santísimo, por medio de la ministración de los sacerdotes. Muchos grupos Cristianos, esencialmente todos menos el Adventismo, creen que el fin de la historia del pecado se efectúo en la Cruz o justo después cuando Cristo, como nuestro Sumo Sacerdote, tomo la culpa de la humanidad presentándose El mismo como ofrenda de sacrificio ante las cortes Celestiales. (Juan 20:17, Efesios 4:8, Heb 4:19) Como estos cristianos creen que el pecado fue “destruido” en tal punto, ven a los fuegos del juicio como algo retributivo y penal por naturaleza.

 

Esta es una perspectiva extremadamente limitada sobre la manera en que el juicio se conecta con la misericordia en la mente Divina. Esta escrito, “La misericordia y la verdad se encontraron; la justicia y la paz se besaron.” (Salmo 85:10)

 

Aunque la ira del Todopoderoso se describe en lenguaje humano como “venganza,” (Deut 32:41, Rom 12:19) esta sola idea no presenta el cuadro completo. Debemos recordar que el Todopoderoso la personificación del amor y del perdón y aun a los más impenitentes de Sus hijos les proveyó una piedad infinita y un máximo sacrificio para “que ninguno perezca, sino que todos vengan al arrepentimiento.” (2 Pedro 3:9)

 

La venganza de Yahweh es una descripción del poder de Su potestad pero Su corazón no desea la destrucción de los pecadores, (Ezequiel 33:11) cuya perdida El lamentara en el día de la retribución final. Yahweh “es Fuego consumidor” porque Su odio hacia el pecado es perfecto, (Deut 4:24, 9:3) pero (como son parte del proceso de la expiación en su totalidad) los fuegos del juicio son purificadores y restaurativos para el universo, aunque los cuerpos y las almas de aquellos que persisten en su asociación con el pecado perecen (“apollumi” – Juan 3:16) lo cual significa que “no existen mas.”

 

De nuevo aquí vemos que el entender el carácter de Yahweh hace mucho más fácil el discernimiento entre las buenas doctrinas y las tradiciones más antiguas. Estudiaremos sobre el concepto del “tormento conciente y eterno en el infierno” mas adelante pero el enfoque aquí consiste en que los fuegos del juicio se utilizan mas como elementos purificadores del universo que como castigos excesivos para los pecadores, aunque son una consecuencia natural del perfecto sistema de la justicia Divina. El enfoque, aun en el ultimo acto de esta justa indignación, consiste más bien en bendiciones que en penalidades, mas en la expiación que la en destrucción.

 

Por supuesto que nada de esto se le ha ocultado a la humanidad. (Isaías 48:6) Yahweh se revelo así mismo en los símbolos y tipos de los ritos del Viejo Testamento y esta limpieza o purificación final del pecado se representa de hecho en el rito del Día de Expiación que se describió en el Capitulo 1 de esta guia.

 

El Tabernáculo y el Templo, erigidos para la gloria de Yahweh, fueron representaciones terrenales del Verdadero, (Exodo 25:9,40; 1 Cron 28:11-12; Heb 8:5) el Templo o Tabernáculo que están en el Cielo. (Apoc 11:19; 14:17; 15:5; 21:3) Es verdad, y frecuentemente se malentiende, que no habrá un Templo visible en la ciudad de la Nueva Jerusalén que desciende a la Tierra después del Juicio, (Apoc 21:22) pero solo la Nueva Jerusalén (la capital del Reino Celestial) “descenderá” del Cielo a la Tierra.” (Apoc 3:12) Mas adelante vemos que aunque Cristo es “un Sumo Sacerdote según el orden de Melquisedec” porque Su ministerio es eterno, (Heb 5:10: 7:24) El es un Sumo Sacerdote de acuerdo al patrón del sacerdocio Levítico, pues cumple sus tipos y ceremonias de manera espiritual, instituyendo así un mejor pacto y sacerdocio. (Mat 5:17; 1 Cor 15:3; Heb 7:11, 9:1, 19-26)

 

La Doctrina del Santuario, en esencia, es un reconocimiento de la correlación que existe entre lo imperfecto, el Santuario terrenal y lo perfecto, el Santuario espiritual en el que Cristo opera ahora como un Sumo Sacerdote según el Orden de Melquisedec y de acuerdo a los símbolos del sistema Levítico (Ej: sacrificios, la purificación del Lugar Santísimo, la transferencia del pecado por los sacerdotes, y así sucesivamente). Esto ha conllevado a una mejor comprensión de los efectos del sacerdocio de Yahshua y de las creencias peculiares del Adventismo, incluyendo el concepto de un “Juicio Investigador.”

El Sendero de Elias: 3.2 – La Fe y las Obras

El Sábbath, como se describió anteriormente, es un perfecto ejemplo del equilibrio existente entre la fe y las obras y lo encontramos en muy pocos sistemas religiosos fuera del Adventismo. Los precipicios de ambos lados del camino de esta doctrina consisten en a) aceptar un entendimiento incompleto sobre la “gracia” de Dios y creer que las obras no tienen importancia alguna en la experiencia Cristiana, o b) creer que como ya hemos aceptado la gracia, se tiene el permiso de obrar tan duro como se pueda para ganar la recompensa prometida. El primer precipicio nos lleva al libertinaje (abusando de la gracia de Yahweh para violar Su ley) y el segundo nos lleva al legalismo.

 

Lo que se necesita es tener un entendimiento balanceado del rol que la fe y las obras cumplen. Por ejemplo, hay versículos que dicen, “¿Dónde, pues, está la jactancia? Queda excluida. ¿Por cuál ley? ¿Por la de las obras? No, sino por la ley de la fe. Concluimos, pues, que el hombre es justificado por fe sin las obras de la ley.” Rom 3:27-28)

 

Y también hay versículos que enseñan, “Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma. Pero alguno dirá: Tú tienes fe, y yo tengo obras. Muéstrame tu fe sin tus obras, y yo te mostraré mi fe por mis obras.” ( Sant 2:17-18)

 

Esto no es una contradicción; solo necesitamos leer cuidadosamente. Pablo, en Romanos, escribe que no somos “justificados” o “ hechos justos” por nuestras obras porque fue Yahshua quien murió por nosotros y gano este don sin nuestra interferencia. Santiago en cambio provee una perspectiva diferente. Una lectura mas cuidadosa de su epístola nos revela estar dando una reprimenda a aquellos que se inclinan hacia las “obras” y aquellos que no consideran que las obras juegan un papel importante. El escribe que la fe no existe o esta muerta si esta “sola” pero Santiago no esta diciendo que la fe no es importante. El sugiere incluso que las obras por si mismas no son valiosas porque el concluye, “te mostraré mi fe (la cual tengo) por mis obras.

 

“Pero,” algunos preguntan, “ ¿no escribe Santiago en otro lugar lo contrario de lo que Pablo explica en Romanos, escribiendo, ‘Vosotros veis, pues, que el hombre es justificado por las obras, y no solamente por la fe.?’” (Sant 2:24)

 

Si, Santiago dice esto pero el contexto nos revela que Pablo y Santiago están usando la palabra “justificado” en dos sentidos completamente diferentes. En Romanos, Pablo esta hablando ser considerados ante Dios. Romanos 3 habla del Juicio de Dios, diciendo por ejemplo, “De ninguna manera; antes bien sea Dios veraz, y todo hombre mentiroso,” (versículo 4) “ya que por las obras de la ley ningún ser humano será justificado delante de él,” (vers. 20) “…Porque Dios es uno, y él justificará por la fe a los de la circuncisión, y por medio de la fe a los de la incircuncisión.” (vers. 30) Claramente vemos que el énfasis de Pablo recae en ser declarado justo en el juicio de Yahweh , declarando que Judíos y Gentiles están limpios espiritualmente a pesar de sus obras porque los Judíos fuero escogidos para “laborar” para Dios y los Gentiles no lo fueron aun así ambos obtienen justificación por la fe, por su aceptación de Yahshua, “una propiciación por medio de la fe en Su sangre.” (vers. 25) 

 

Santiago, al contrario, esta hablando de ser considerados como siervos fieles de Cristo por otros hombres. El enfoque de Pablo reside en aceptar a Yahshua y ser justificados mientras que Santiago esta enfocándose en la responsabilidad que el Cristiano tiene de dar ejemplo a otros hombres para atraerlos a una experiencia similar por medio de nuestro testimonio. El escribe, en el Capitulo 2 de su Libro, “Y si un hermano o una hermana están desnudos, y tienen necesidad del mantenimiento de cada día, y alguno de vosotros les dice: Id en paz, calentaos y saciaos, pero no les dais las cosas que son necesarias para el cuerpo, ¿de qué aprovecha?” (vers. 15-16)

 

Y de nuevo dice, “¿No fue justificado por las obras Abraham nuestro padre, cuando ofreció a su hijo Isaac sobre el altar? ¿No ves que la fe actuó juntamente con sus obras, y que la fe se perfeccionó por las obras? Y se cumplió la Escritura que dice: Abraham creyó a Dios, y le fue contado por justicia, y fue llamado amigo de Dios.” (vers. 21-23)

 

Ahora, note muy bien los siguiente, Santiago esta citando a Génesis 15:6 que lee así,

“Y [Abram] creyó a Yahweh, y le fue contado por justicia.” Aquí esta la parte importante; ¡Isaac no fue ofrecido en el altar sino hasta el Capitulo 22! De hecho, Abram ni siquiera había recibido el nuevo nombre Abraham, como señal de la promesa venidera, sino hasta el Capitulo 17. Santiago esta resaltando un punto sutil pero muy poderoso; Abraham fue “justificado” en el Juicio Celestial por su fe antes de que sus obras se manifestasen pero esta fe fue refinada o “perfeccionada” (versículo 22) por su sumisión y fue “llamado” el amigo de Dios por todos aquellos que supieron del sacrificio − por ejemplo el Rey Josafat (2 Cron 20:7) − porque sus obras establecieron el ejemplo y su gran fe fue reconocida en el mundo de los hombres.

 

Los Sábados, las Lunas Nuevas, el estudio Bíblico, la oración, el pago del diezmo, la reforma alimenticia, las obras de caridad y así sucesivamente son todas obras Cristianas. El hacer estas cosas no es lo que “justifica” a un hombre delante de Yahweh pero sin ellas los hombres no podrán conocer la fe que clamamos tener. Y de hecho, Santiago escribe que si las obras no están presentes como consecuencia natural de la creencia esa fe esta “muerta.” “Porque como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe sin obras está muerta.” (Sant 2:26) En esto el nos da una lección objetiva para acompañar el punto que ha hecho. El espíritu puede ser la vida de un hombre pero el cuerpo es la parte visible que otros pueden ver y ninguno puede existir, como un alma viviente, sin el otro.(Gen 2:7)

 

Las obras Cristianas tienen doble bendición. Primero, son una revelación de la fe a otros, el testimonio por el que atraemos otros a Cristo. ( 1 Cor 2:1) Pero (la segunda) también, como se dice en Apocalipsis, los santos vencen por medio de su testimonio como también vencen por la sangre del Cordero. (Apoc 12:11)

 

Al desarrollar las obras de la fe estamos, como dice Santiago, perfeccionando esa fe. La fe puede crecer en cierto sentido (2 Tes 1:3) porque nuestra fe se “ejercita” por medio de la recepción humilde a las amonestaciones (Hebreos 12:11) o por la practica de actos asociados con la virtud, (1 Tim 4:7) Pedro describe los detalles de este ejercicio espiritual en su Epístola, nombrando las obras de fe como uno de los pasos para llegar a la fe invencible: “vosotros también, poniendo toda diligencia por esto mismo, añadid a vuestra fe virtud; a la virtud, conocimiento y al conocimiento, dominio propio […] porque haciendo estas cosas, no caeréis jamás.” (2 Pedro 1:5,10b)

 

Cuando tenemos respeto por las observancias sagradas, incluyendo la observancia de los tiempos señalados y sagrados de Yahweh, participamos de las bendiciones físicas y espirituales e invitamos a otros a hacer lo mismo. Por medio de nuestros diezmos y obras de caridad reconocemos de una manera concreta que somos hijos de nuestro Padre Celestial, quien da liberalmente a todo aquel que pide y tiene necesidad. De este modo destruimos cualquier raíz de egoísmo en nosotros que el tentador haya querido plantar. El estudio Bíblico y la oración son beneficiosos para enrolarnos en las clases teóricas de la escuela de Cristo, en los que aprendemos más sobre el carácter del Creador. La mente y el espíritu no pueden estar completos sino producen un cambio o reforma en el estilo de vida, tanto alimenticia como en el vestuario, que beneficie y santifique el cuerpo.

 

De nuevo cabe mencionar que todas estas cosas también dan un testimonio valioso y visible para los demás. Estos fueron los principios que se enseñaban y que fueron entendidas claramente por los Cristianos del Primer Siglo, pero tal equilibrio se encuentra difícilmente en aquellos del día de hoy que profesan seguir las enseñanzas de estos hombres y mujeres inspiradas de Dios.