¿Porque es la Trinidad un asunto de tanta importancia? Algunas personas han hecho de esta doctrina un argumento divisivo, la cual separa feligresías e iglesias.
Los creyentes cristianos Adventistas del 7mo dia de la Creacion no se colocan en tal nivel de dogmatismo con respecto a esta doctrina en particular.
Otros grupos anti-Trinitarios contenderian “que si alguna persona está adorando una Trinidad, está dando respeto divino a un dios pagano, y no al Dios de la Biblia.” Aunque hay algo de verdad en esta declaración, las Escrituras mismas son empleadas para apoyar ambas posiciones, y las mismas características generales son atribuidas a la Deidad sin importar el paradigma que se acepte.
En lugar de tomar la cortante posicion de que los Trinitarios son meramente paganos, las Escrituras registran una posición y acercamiento mas diplomático y equilibrado: “Porque cuando los gentiles que no tienen ley (es decir, la enseñanza), hacen por naturaleza lo que es de la ley, éstos, no teniendo ley, son ley a sí mismos, mostrando ellos, la obra de la ley escrita en sus corazones, dando testimonio su conciencia y sus pensamientos.” (Rom 2:14-15ª)
Aquí vemos que varios individuos fueron bautizados sin haber tenido un conocimiento del Espiritu Santo, (Hechos 19:1-5) aunque más adelante se bautizaron nuevamente cuando aprendieron la doctrina completa. En esencia, aunque somos responsables por mucha mas luz de la que tuvieron los conversos del primer siglo, no debemos ser menos amorosos y misericordiosos que los miembros de la Iglesia de ese tiempo.
Las implicaciones de esta doctrina trinitaria son simples: Aunque la los cristianos Adventistas de la Creacion niegan la validez del paradigma de la Trinidad, y nunca declararían ser un movimiento Trinitario, generalmente hablando, un Trinitario solo puede hacer dos cosas: o llegar a entender la Biblia como nosotros o perder completamente el deseo e interés de querer ser parte de nuestra Cuerpo de creyentes. Este tipo de circunstancias no ha ocurrido – hasta ahora- en la practica, sin embargo, ninguna de las preguntas de nuestras examinaciones Bautismales (el proceso de examinacion será mencionado mas adelante) tratan especificamente de la naturaleza de la Deidad.
Si los aplicantes conocen la personalidad de la Deidad y estan en íntima comunion con el Padre atravez de la ministración del Hijo, y el poder del Espiritu, ellos dejaran de cometer pecados conocidos y esta es la “señal” de un converso y cristiano genuino.
Esto no quiere decir que el asunto no sea importante, porque el entender y dilusidar el mensaje de Victoria es mucho mas difícil en la vida practica de aquellos que no comprenden la Deidad correctamente segun las Escrituras. Se nos dice en términos inequívocos, “Y ésta es la vida eterna: Que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien tú has enviado.” (Juan 17:3)
Es el conocimiento del Padre y del Hijo y no del Espiritu, (ya que el Espiritu no es mencionado como Alguien que pueda ser “conocido” de la misma forma) lo que guarda (protege) al individuo de las transgresiónes y lo dirigen hacia la santificación, (Gk: hagiasmos: santidad), “sin la cual nadie vera al Señor.” (Heb 12:14)
Es difícil juzgar o determinar la extensión precisa hasta donde un paradigma erróneo de la Deidad puede llegar a nublar el verdadero conocimiento del Padre y del Hijo, y la abilidad de caminar en hagiasmos, pero amenos que un hombre sea ignorante a propósito (se haga el bobo) o sea rebelde o presuntuoso, generalmente le pertenece a Dios juzgar o decidir su destino final.
Si las vidas de los creyentes son integras y los frutos del Espiritu son manifestados en sus vidas, probablemente le diremos a los candidatos como le dijo Pedro a Cornelios, “¿Puede alguno impedir el agua, para que no sean bautizados éstos que han recibido el Espíritu Santo también como nosotros?” (Hechos 10:47)
La verdad es que esta seria una ocurrencia extremadamente rara por razones que la misma Biblia menciona. Leemos de la experiencia de conversión de Pablo, “Con Cristo estoy juntamente crucificado; mas vivo, ya no yo, sino que Cristo vive en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.” (Galt 2:20) Este pasaje, el cual hemos examinado en capítulos anteriores, describe al converso como estando lleno con la vida del Hijo. De hecho, es el Hijo quien que mora en el, como se indica en Juan 14:23.
Ahora bien, tambien es verdad que el converso es lleno del Espiritu Santo. (Hechos 13:53) Aquí es donde descansa el asunto: si nosotros aceptamos que el Padre y el Hijo moran en nosotros, y que también el Espiritu Santo mora en nosotros, pero fracasamos en comprender que el Espiritu Santo es la mismísima presencia del Padre y del Hijo – y no una persona separada – entonces estaremos clamando estar llenos o suplidos de un personaje ficticio.
Si se le pregunta a un Trinitario, ¿Quién(es) de la Deidad mora(n) en el converso?,” esa persona diría, “la entera Trinidad.” Esta seria una declaración incorrecta, ya que una de las Personas a las cuales se esta refiriendo es ficticia. Si el dice, “El Hijo,” esta en lo correcto, si el dice, “El Espiritu”, también esta en lo correcto pero si erra en distinguir a uno del otro eso indica que el concepto de la Deidad tanto en su mente como en su espíritu no esta claro, aunque pronuncie las palabras correctas.
El anterior punto es un punto muy sutil pero muy significativo. Cuando un Trinitario habla del “Espiritu Santo,” esas palabras, aunque sean correctas, son empleadas en un concepto diferente al concepto de un no-trinitario, ya que es el “hombre interior” el que existe y/o reacciona a las verdades espirituales para la salvación del alma. (Efe 3:16)
La declaracion de Juan 17:3 es literalmente verdadera – el conocimiento del Padre y del Hijo es la esencia de la vida eterna. Cuando el Mesias aparezca, su criterio no dependerá de las obras que alguien haya hecho en Su nombre, o de las doctrinas que alguien haya profesado, ni sobre el contenido emocional asociado con la conversión y vida subsequente de alguien. Yahshua le dira a un grupo, “Os he llamado amigos, porque os he dado a conocer todas las cosas que he oído de mi Padre.” (Juan 15:15b) y Yashua le dira a otro grupo, “Nunca os conocí; apartaos de mí, obradores de maldad. (Mat 7:23)
Si no tenemos un claro entendimiento de la relacion existente entre el Padre, el Hijo y el Espiritu Santo, rapidamente comenzaremos a hablar de vagas generalidades y recurriremos a la palabra “misterio” para evitar comprender algo que fue predispuesto por Elojim para comprendieramos, y/o evitar conocer a Aquellos que están invitándonos a conocer la Deida correctamente. “Las cosas secretas pertenecen a Yahweh nuestro Dios; mas las cosas que son reveladas son para nosotros y para nuestros hijos para siempre, a fin de que cumplamos todas las palabras de esta ley.” (Deut 29:29)
En última instancia, el concepto de la Deidad en la mente de invididuos Trinitarios puede volverse en una cosa nublosa y etérea, similar a un cuento de hadas o una teoría distante, y esta es una de los más sutiles pero más graves peligros de adoptar y mantener.