3.5.1 –Generalización Doctrinal
Esta es una doctrina que ha producido ciertas consecuencias, porque tiene aplicaciones prácticas y espirituales. “¿Que ocurre cuando morimos?” esta es una de aquellas preguntas que cada religión (incluyendo el humanismo secular) trata de responder de una forma o de otra. La Biblia es muy explicita en cuanto a lo que sucede cuando un hombre muere: “Porque los que viven saben que han de morir; pero los muertos nada saben, ni tienen más paga; porque su memoria es puesta en olvido. […]Todo lo que te viniere a la mano para hacer, hazlo según tus fuerzas; porque en el Seol, adonde vas, no hay obra, ni trabajo, ni ciencia, ni sabiduría.” (Ecl 9:5,10)
“[Yahshua] les dijo, ‘Nuestro amigo Lázaro duerme; mas voy a despertarle. Dijeron entonces sus discípulos: Señor, si duerme, sanará. Pero Jesús decía esto de la muerte de Lázaro; y ellos pensaron que hablaba del reposar del sueño. Entonces Jesús les dijo claramente: Lázaro ha muerto’” (Juan 11:11-14)
“Pues sale su aliento, y vuelve a la tierra; en ese mismo día perecen sus pensamientos.” (Salmo 146:4)
“Y muchos de los que duermen en el polvo de la tierra serán despertados, unos para vida eterna, y otros para vergüenza y confusión perpetua.” (Dan 12:2)
“Y apedreaban a Esteban, mientras él invocaba y decía: ‘Señor Jesús, recibe mi espíritu’. Y puesto de rodillas, clamó a gran voz: Señor, no les tomes en cuenta este pecado. Y habiendo dicho esto, durmió.” ( Hechos 7:59-60)
Dondequiera que la Biblia describe la muerte, particularmente cuando se refiere a los efectos en el individuo, considera la muerte como “un estado de dormir inconciente” donde no hay conocimiento, ni pensamientos. No hay castigo sino hasta el juicio, (Dan 12:2) y no habrá recompensa sino hasta el segundo advenimiento de Cristo.( 1 Tim 4:8) Aquellos que enseñan que los muertos van inmediatamente al juicio, fundamentándose en uno o dos versículos, ignoran el significado de los versículos anteriormente menciónanos. Sin embargo no existe contradicción alguna en las Escrituras y por lo tanto no hay necesidad de ignorar los pasajes que apoyan otros pasajes. Es verdad que algunos pasajes parecen “extraños” (a primera vista) si nos fundamentamos en ciertos versículos, como los siguientes: “porque el hombre va a su morada eterna, y los endechadores andarán alrededor por las calles […] y el polvo vuelva a la tierra, como era, y el espíritu vuelva a Dios que lo dio.” (Ecl 12:5b,7) También, esta la enseñanza de Cristos sobre el infierno: “Si tu mano te fuere ocasión de caer, córtala; mejor te es entrar en la vida manco, que teniendo dos manos ir al infierno, al fuego que no puede ser apagado, donde el gusano de ellos no muere, y el fuego nunca se apaga.” (Marcos 9:43-44)
Los versículos de esta clase de pasajes se originan de un mal entendido sobre los términos “espíritu” y “alma.” Eclesiastés 12 declara que, como Esteban lo pidió, el “espíritu” regresa a Dios quien lo dio. Esto no se esta refiriéndose a que alguna parte conciente del hombre va a Dios dondequiera que muera porque el mismo autor menciona que los muertos nada saben. (Ecl 9:5) De hecho, la palabra “espíritu” es la palabra hebrea “ruach”, que significa simplemente “aliento” y se usa figurativamente para representar la esencia que da vida y activa un ser vivo (sean estos humanos o animales – Ecl 3:21) Las Escrituras hacen una distinción entre el “espíritu”, que es la esencia vivificante de los vivos y el “alma” , que contiene de los pensamientos y la conciencia. Leemos, “Entonces Yahweh Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente.” (Gen 2:7)
Cuerpo + Espiritu = Alma
El hombre es una combinación de elementos, una construcción constituida de dos partes; el cuerpo y el espíritu (o “aliento de vida”). “Neshamah”, el termino hebreo para “aliento de vida, ” se usa paralelamente con la palabra “ruach” en versículos tales como, “El espíritu de Dios me hizo, y el soplo [neshamah] del Omnipotente me dio vida.” (Job 33:4) Ahora, la fusión resultante del cuerpo y del espíritu no produce nada inmortal, como muchos cristianos nominales creen. La idea del “alma inmortal” es un mito pagano que ha llevado a muchos al concepto erróneo del “infierno eterno,” una doctrina repugnante e inconcebiblemente brutal que sigue siendo defendida por profesos grupos creyentes de la Biblia.
Las Escrituras declaran lo siguiente :
“He aquí que todas las almas son mías; como el alma del padre, así el alma del hijo es mía; el alma que pecare, esa morirá.” (Ezeq 18:4)
“Y no temáis a los que matan el cuerpo, mas el alma no pueden matar; temed más bien a aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno.” (Mat 10:28)
De nuevo, “El alma que pecare, esa morirá” (Ezeq 18:20a)
La Palabra de Dios solo declara como inmortal a la Deidad; ni siquiera los ángeles se describen de esta manera porque ellos, siendo seres espirituales, también (si son ángeles caídos) serán destruidos en el juicio final. Leemos de Cristo Yahshua que El es, “bendecido y solo Soberano,
Rey de reyes, y Señor de señores, el único que tiene inmortalidad, que habita en luz inaccesible.” (1 Tim 6:15-16, ver 1 Tim 1:17) Los seres creados pueden obtener inmortalidad si están en conexión con la Deidad pero esta es una propiedad que tiene que buscarse, (Rom 2:7) y que tiene que ser “adherida a,” (1 Cor 15:54) y no una propiedad inherente de los seres humanos creados.
En el lenguaje figurativo y en la exposición doctrinal se declara que el alma esta sujeta a la muerte, (es decir, es mortal) y Cristo declara que el “Infierno” es el lugar donde se llevara a cabo esta destrucción. Ahora, nuevamente debemos ser cuidadosos con nuestros términos porque ha surgido gran confusión por las palabras que se han empleado en las traducciones, por ejemplo en ingles, en el Viejo Testamento la palabra “Hell o Infierno” surge del termino Hebreo She’ol, que simplemente significa un lugar figurativo para los muertos. No es un lugar de tormento sino un lugar de silencio, (Salmo 31:17) de oscuridad, (Job 17:13) y es el destino colectivo a todos aquellos que mueren. (1 Samuel 2:6) La razón por la que muchos lectores de las traducciones Inglesas no toman en cuenta esto es porque la palabra se traduce comúnmente como “sepulcro” (grave) y no “Infierno” (Hell).
En el Nuevo Testamento, Cristo uso una palabra diferente, que ha sido traducida como “Infierno” (Hell) y esta palabra es “Gehenna”, que describe un lugar de consumación (Mat 5:22) Pero debemos tener presente que este lugar nunca ha sido mencionado en la Biblia como el lugar donde todas las personas van inmediatamente despues de que mueren. De hecho, el Nuevo Testamento hace una diferenciación entre Hell (el lugar colectivo de los muertos) y el fuego destructivo que Cristo llama “Gehenna”. Esta escrito, “Y la muerte y el Hades (Hell) fueron lanzados al lago de fuego. Esta es la muerte segunda.” (Apoc 20:14) La palabra para “Hell” (en ingles) es la palabra Griega Hades, que es el término del Nuevo Testamento que corresponde con la palabra Hebrea She’ol. La confusión surge cuando “Gehenna” y “Hades” son traducidas con la misma palabra, “Hell” (Infierno), a pesar de que sus connotaciones son bastante diferentes. “Gehenna” es un lugar de consumación y esta representado correctamente por “el lago de fuego” Sin embargo, el estado de los muertos se describe consistentemente, en ambos Testamentos de la Biblia, como She’ol o Hades.
¿Pero que hay sobre la declaración de Yahshua sobre aquellos que estarán en “Gehenna”, “donde el gusano de ellos no muere” y donde hay fuegos destructivos e “inextinguibles” (Lucas 3:17) y “eternos”? (Judas1:7) El primer versículo es fácil de entender; el término inextinguible (asbestos) simplemente significa que el fuego no se extinguirá. No hay escape de las llamas purificadoras porque no pueden extinguirse. Sin embargo, si el fuego arde hasta que no queda nada más por consumir y todo se ha reducido a cenizas este fuego no fue extinguido, simplemente completo su tarea hasta el final. Esto es precisamente lo que las Escrituras dicen que pasara con los pecadores en el Juicio final:
“Porque he aquí, viene el día ardiente como un horno, y todos los soberbios y todos los que hacen maldad serán estopa; aquel día que vendrá los abrasará, ha dicho Yahweh de los ejércitos, y no les dejará ni raíz ni rama.” (Mal 4:1) “Mas los impíos perecerán, Y los enemigos de Yahweh como la grasa de los carneros serán consumidos; se disiparán como el humo.” (Salmo 37:20)
“He aquí que serán como tamo; fuego los quemará, no salvarán sus vidas del poder de la llama; no quedará brasa para calentarse, ni lumbre a la cual se sienten.” (Isaías 47:14) Aquí notamos que no hay liberación de estas llamas porque no pueden extinguirse; sin embargo, las llamas continúan consumiendo y por eso se describen como un fuego que nunca será apagado. “No se apagará de noche ni de día, perpetuamente subirá su humo; de generación en generación será asolada, nunca jamás pasará nadie por ella. Pero el pelícano y el erizo, la lechuza y el cuervo morarán en ella; y se extenderá sobre ella cordel de confusión, y rocas de asolamiento.” (Isaías 34:10-11)
Cuando el Mesías habla que “su gusano no muere” esta empleando precisamente la escena real, la expresión “su gusano” no es una representación figurativa del alma sino mas bien una representación del “agente de destrucción que obra consistentemente”, hasta que no queda nada en la tierra desolada – sobre esta purificación se re-creara “el cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer Cielo y la primera tierra pasaron.” (Apoc 21:1) De hecho, Cristo esta citando directamente del profeta Isaías quien dice, “Y saldrán, y verán los cadáveres de los hombres que se rebelaron contra mí; porque su gusano nunca morirá, ni su fuego se apagará, y serán abominables a toda carne (hombre). (Isaías 66:24) En otro lugar dice que nosotros, “hallaremos a los malos, los cuales serán ceniza bajo las plantas de [nuestros] pies.” (Mal 4:3)
Este concepto es consistente con la manera en que el lenguaje hebreo usa el termino “para siempre o por los siglos de los siglos,” el cual significa simplemente “hasta la muerte,” o “por un periodo de tiempo” (Éxodo 21:6) Sodoma y Gomorra, las ciudades que sufrieron el castigo del “fuego eterno,” (Judas 1:7) no están ardiendo ahora ¿o si?; igualmente paso con Jerusalén , que sufrió un fuego que “no seria apagado o extinguido,” (Jer 17:27) sin embargo ha sido reconstruida; y hay gente ahora viviendo allí.¿no es así? El hecho de que la obra de los agentes destructores (como las llamas y el gusano) se describen como eternos o imparables no evitan en absoluto la muerte de los impíos y su destrucción final a cadáveres y cenizas. Si, el juicio es eterno, el castigo es eterno, (Mat 25:46) pero el “tormento conciente” durante este proceso de reducción a las cenizas, a la muerte, no existe. La Biblia presenta el castigo como eterno porque nunca más volverán a existir los impíos. El decir que sigue habiendo un estado de conciencia en “la muerte espiritual” es inventar doctrinas completamente extrañas a los registros Bíblicos.
3.5.2 – Respuestas a Seis Objeciones
Existen aproximadamente seis pasajes Bíblicos que frecuentemente son empleados por aquellas formas de Cristianismo, que desafortunadamente han aceptado una forma de espiritualismo en su teología, para objetar contra la doctrina bíblica de la mortalidad del alma. Estos pasajes son Lucas 23:39-43; 1 Samuel 28:11-12; Lucas 16: 19-24; Filipenses 1:21-24; Apocalipsis 6:9-10 y Apoc 14: 9-11 (ver, Apoc 20:10).
Dos de estos pasajes pueden responderse inmediatamente. El pasaje de Lucas 23 se trata del ladrón en la cruz, del cual tenemos registrado en la Biblia, “Entonces Yahshua le dijo: De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso.” (Lucas 23:43)
El pasaje en Filipenses 1 dice así, “Porque para mí el vivir es Cristo y el morir es ganancia. Más si el vivir en la carne resulta para mí en beneficio de la obra, no sé entonces qué escoger. Porque de ambas cosas estoy puesto en estrecho, teniendo deseo de partir y estar con Cristo, lo cual es muchísimo mejor; pero quedar en la carne es más necesario por causa de vosotros.” (vers 21-24) Pablo hace una declaración similar aquí: “pero estamos confiamos, y más quisiéramos estar ausentes del cuerpo y estar presentes con el Señor.” (2 Cor 5:8)
Cristo parece estar diciéndole al ladrón que inmediatamente murieran, “hoy,” ambos estarían en el Paraíso (equivalente al Cielo en pasajes como 2 Cor 12:2-4; Apoc 2:7, Apoc 22:2,14). Pablo parece estar diciendo en Filipenses que si el parte de esta vida el inmediatamente “estaría con Cristo” porque “estar ausente del cuerpo [es] estar presentes con el Señor,” Lo que estas personas dejan fuera de la ecuación es el estado de los muertos; nadie podrá entender el sistema divino de recompensa y retribución (castigo) si no se comprende o conoce el estado de los muertos, porque el juicio generalmente viene después de la muerte. (Heb 9:27)
En el caso del ladrón en la cruz, ¿Fue verdad que ambos, el ladrón y el Mesías estuvieron en el Paraíso ESE día? Este no puede ser el caso. Justo antes de la puesta del sol, al finalizar el día, los soldados descubrieron que Yahshua había muerto mucho antes de lo esperado. (Juan 19:31) Concluyentemente, aunque Cristo murió en el día de la Pascua, El no entro al Paraíso hasta después de Su ascensión, con un cuerpo y forma física. Cuando Cristo murió el estaba en el Hades, que vimos anteriormente ser el estado de los muertos, (excepto en la mitología pagana) hasta que Cristo fue resucitado al tercer día. (Hechos 2:27) ¿Entonces quebranto Cristo Su promesa? La promesa no fue quebrantada; es simplemente un asunto de acentuación y parcialmente un asunto de tiempo. El texto en Griego lee así, [recuerden que no existen comas en el griego], “Entonces Jesús le dijo: De cierto te digo este día (“sēmeron”) estarás conmigo en el paraíso. Sin ninguna puntuación, se puede ver fácilmente que aunque El hablo la promesa ese día (“te digo este día”) no se cumpliría hasta que ambos entraran al Paraíso en un tiempo futuro.
En un sentido secundario, al ladrón le parecería como si el tiempo no hubiera transcurrido en absoluto, desde su muerte al cumplimiento de la promesa. Asumiendo que el ladrón haya muerto ese día debido a las heridas adicionales que los soldados le infligieron. (Juan 19) Lo próximo que el ladrón concientemente experimentaría (porque no hay sabiduría, ni conocimiento en la muerte) es el gozo de la vida eterna. Lucas 23 no da ningún indicio de ir en contra del estado de los muertos, como la Biblia lo describe.
En el caso de Pablo una situación muy similar surge. Pablo decidió que era mejor estar con Cristo en la muerte que permanecer por más tiempo en la tierra. No obstante, Pablo se conforta a si mismo con la idea de que esta ayudando a los santos necesitados en esta
vida hasta que sea llamado a descansar. Estar ausente en el cuerpo no significa, sin embargo, entrar inmediatamente a la presencia de Cristo. Pablo mismo niega la inmediatez de este evento en varios pasajes. El escribe, justo antes de ser ejecutado por la espada Romana, “Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día; y no sólo a mí, sino también a todos los que aman su venida.” (2 Tim 4:8) Desde el punto de vista de Pablo, la muerte lo traería inmediatamente a Cristo pero el evento en si no tomaría lugar sino hasta “en aquel día” de “Su venida” donde no solo el sino todos los santos redimidos recibirían la recompensa que Cristo trae consigo. (Apoc 22:12) Como Daniel lo señala, solo es después de la muerte (estado de sueño inconciente) que los individuos “despiertan” para recibir la bendición y la maldición de acuerdo a sus caracteres. (Dan 12:2)
En otro lugar, Pablo les dice a aquellos que están sufriendo por la muerte de sus seres queridos, “Tampoco queremos, hermanos, que ignoréis acerca de los que duermen, para que no os entristezcáis como los otros que no tienen esperanza. Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá [Gr. ago] Dios con Jesús a los que durmieron en él. Por lo cual os decimos esto en palabra del Señor: que nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la venida del Señor, no precederemos a los que durmieron. Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero.
Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor. Por tanto, alentaos los unos a los otros con estas palabras.” (1 Tes 4:13-18)
La palabra en ingles “bring” (traer) en 1 Tes 4:14 (Gr: ago) ha sido fuente de innecesaria confusión. No siempre significa traer contigo de algún lugar a otro. Su significado es “guiar,” “emerger,” “traer a manifestación” y aun “abandonar” o “enviar o despachar” en versículos tales como Mateo 26:46. Es un termino general que significa “remover” y no esta insinuando que los que duermen serán traídos del Cielo junto con Cristo a la tierra. Pablo les señala que aquel día cuando ellos reciban sus vidas nuevamente, así como Cristo recibió la suya , ellos “emergerán, resucitaran” como Cristo cuando las coronas de vida les sean presentadas. Pablo apunta hacia la resurrección como la esperanza del Cristiano y como la dicha de espíritus intangibles e incorpóreos, por esta razón les advirtiere a los creyentes a que no fueran “ignorantes” sobre este asunto. Tristemente, aunque Pablo nos dice “que nos consolemos los unos a los otros con estas palabras,” la mayoría de los funerales he hoy, del Cristianismo moderno, mencionan palabras completamente diferentes y opuestas a las palabras de Pablo en 1ra Tesanolicenses capitulo 4, cuando consuelan a los agraviados. Esto es muy desafortunado.
El siguiente pasaje que vale la pena profundizar es 1ra Samuel 28. Leemos, “La mujer entonces le dijo [a Saúl]: ¿A quién te haré venir? Y él respondió: Hazme venir a Samuel. Y viendo la mujer a Samuel, clamó en alta voz, y habló aquella mujer a Saúl, diciendo: ‘¿Por qué me has engañado? pues tú eres Saúl […] ¿Qué has visto? Y la mujer respondió a Saúl: He visto dioses que suben de la tierra. Saúl entonces percibió que era Samuel, y humillando el rostro a tierra, hizo gran reverencia. […]Entonces Samuel dijo: ¿Y para qué me preguntas a mí, si Yahweh se ha apartado de ti y es tu enemigo?’” (1 Sam 28: 11-12,14,16)
En este inusual pasaje algunos Cristianos han visto el “espíritu” o el alma incorpórea y conciente del profeta Samuel que estaba siendo llamado o levantado por una nigromante pagana forzada a hablar con un rey de quien ya se le había dicho lo siguiente, “Y consultó Saúl a Yahweh; pero Yahweh no le respondió ni por sueños, ni por Urim, ni por profetas.” (1 Sam 28:6) Fuera de estos problemas en el capitulo debemos tomar en cuenta que el narrador de Samuel esta hablando desde la perspectiva de Saúl. Saúl “percibió o entendió que era Samuel” y el registro después se refiere a la entidad por su nombre, a pesar del hecho de que unos versículos atrás ya se había declarado que Yahweh no le contesto a Saúl por medio de profetas. ¿Acaso una hechicera pagana forzó al Todopoderoso para invertir o hacer cambiar Su decisión? Esto no puede aceptarse razonablemente.
Para resolver este asunto muy sencillamente, todo lo que necesitamos hacer es regresar a la descripción del incidente donde no se mencionen las percepciones de Saúl . Por la gracia del Todopoderoso la Biblia es perfecta y contiene suficiente información para entender toda enseñanza. Leemos del Libro de Crónicas, un registro histórico que comenta los eventos que tomaron lugar en los libros de Samuel y de Reyes, “Así murió Saúl por su rebelión con que prevaricó contra Yahweh, contra la palabra de Yahweh, la cual no guardó y porque pidió [consejo] a una [adivina].” (1ra Crónicas 10:13)
He adherido corchetes deliberadamente en ciertas palabras, como hice en la Sección 3.1 que trata del Sabbath, para demostrar que la misma clase de mal entendidos surgen por aquellos traductores que adhieren sus opiniones a la Biblia. El texto original lee así,
“Saúl murió por su trasgresión […] y también por pedir hablar con un espíritu familiar para consultarle.” La Biblia no dice que la muerte de Saúl resulto por haber consultado con la mujer en si (aunque consulto con ella). Una “mujer que tiene un espíritu familiar” en Hebreo es “isha behalath owb.” El término hebreo, en Crónicas, que se refiere a que Saúl consulto fue “owb”, que en hebreo equivale a que hablo con el espíritu familiar en persona.
Lo que Saúl experimento fue un engaño de un espíritu familiar, un demonio que se adhirió (posesión) a un humano para proveer al individuo de ciertos poderes tales como clarividencia, (es decir, adivinación- Deut 18:10) premonición (es decir, vaticinio – Hechos 16:16) y así sucesivamente. Samuel, quien había muerto, permaneció muerto y no fue sujeto a las encantaciones de los hechiceros contra la expresa voluntad del Creador. Al ver el escenario y el registro de los eventos Bíblicos completamente, no necesitamos preocuparnos de tener malos entendidos sin que antes encontremos en la misma Biblia las declaraciones y enseñanzas correctivas. Al ver los dos pasajes paralelamente, cada uno con su propósito, encontramos en el Libro de Samuel que Saúl de hecho creyó estar hablando con el profeta muerto y por lo tanto fue engañado; mientras que en Crónicas vemos la declaración de los hechos tal y como ocurrieron y del cual podemos apoyarnos para enseñanzas doctrinales.
Lucas 16, el pasaje que trata con la enseñanza de “Lázaro y el hombre rico” es uno de los pasajes mas erróneamente empleados para tratar de “probar” que existe un estado de conciencia entre la muerte y la resurrección. Leemos, “Había un hombre rico, que se vestía de púrpura y de lino fino, y hacía cada día banquete con esplendidez. Había también un mendigo llamado Lázaro, que estaba echado a la puerta de aquél, lleno de llagas, y ansiaba saciarse de las migajas que caían de la mesa del rico; y aun los perros venían y le lamían las llagas.
Aconteció que murió el mendigo, y fue llevado por los ángeles al seno de Abraham; y murió también el rico, y fue sepultado. Y en el Hades alzó sus ojos, estando en tormentos, y vio de lejos a Abraham, y a Lázaro en su seno. Entonces él, dando voces, dijo: Padre Abraham, ten misericordia de mí, y envía a Lázaro para que moje la punta de su dedo en agua, y refresque mi lengua; porque estoy atormentado en esta llama.” (Lucas 16:19-24)
Hay algunos cristianos que creen que estos eventos sucedieron literalmente y aprovechan este pasaje para defender la creencia en un tormento conciente y eterno en el momento de la muerte y que los justos obtienen una recompensa inmediata de ir al seno de Abraham.
Primero se necesita establecerse firmemente, que este pasaje es una parábola y no un discurso doctrinal. Algunos dicen, “Lucas 16 es una enseñanza y no un parábola” pero la única justificación que dan para este razonamiento es, “como el pasaje contiene un nombre, “Lázaro” esto demuestra que no es una parábola.” No hay defensa ni apoyo Bíblico alguno que justifique tal razonamiento. De hecho, las parábolas registradas en la Biblia contienen nombres, nombres de individuos, de la época: “Y él tomó su parábola y dijo: De Aram me trajo Balac, Rey de Moab, de los montes del oriente…” (Num 23:7, Num 24:15, Num 24:21 y Salmo 78 donde los “hijos de Efraín” son mencionados)
Al eliminarse esta objeción nos preguntamos entonces, ¿Que evidencia positiva existe para que concluyamos que Lucas 16 es de naturaleza parabólica.? La evidencia que se suplirá es definitiva; sabemos de las Escrituras que Yahshua siempre hablo en parábolas cuando se dirigía a la multitud y solo hablaba con lenguaje común cuando se encontraba solo con Sus discípulos. Leemos, “Todo esto habló Jesús por parábolas a la gente, y sin parábolas no les hablaba.” (Mat 13:34) “sin parábolas no les hablaba; aunque a sus discípulos en particular les declaraba todo.” (Marcos 4:34) “Y [Yahshua] les dijo [a Sus discípulos]: A vosotros os es dado saber el misterio del reino de Dios; mas a los que están fuera, por parábolas todas las cosas.”
(Marcos 4:11)
¿Hubo alguna multitud alrededor de Jesús cuando Lucas 16 se menciono? De hecho había mucha gente escuchando, incluyendo los Fariseos quienes eran hostiles contra Su ministerio. El discurso en Lucas 16 realmente empezó dos capítulos atrás, donde leemos, “Aconteció un día de reposo, que habiendo entrado para comer en casa de un gobernante fariseo, éstos le acechaban. […] [Jesús] refirió a los convidados una parábola, diciéndoles…” (Lucas 14:1,7) Después Jesús les provee una serie de parábolas. En la pausa del capitulo siguiente leemos, “Se acercaban a Jesús todos los publicanos y pecadores para oírle, y los fariseos y los escribas murmuraban, diciendo: Este a los pecadores recibe, y con ellos come. Entonces él les refirió esta parábola, diciendo…” (Lucas 15:1-3)
Después continúa otra serie de parábolas, incluyendo una de Sus parábolas mas conocidas, la parábola del “hijo prodigo.” (Lucas 5:11-32) Aunque el Mesías estaba dirigiéndose específicamente a Sus discípulos son estas parábolas, (Lucas 16:1) los Fariseos al igual que todos los demás oyentes estaban presentes para escuchar lo que se hablaría de ellos. (vers. 14). No hay conclusión en la narrativa hasta Lucas 17:11 y el pasaje presenta un discurso prolongado durante el cual muchos individuos estaban presentes porque se habían adherido o juntado a Sus discípulos y estaba prestando atención. El Evangelio de Lucas, como lo llamamos, es el Evangelio más cuidadoso al describir las cosas porque “toda la historia de las cosas, desde la primera, […] están en orden.” (Lucas 1:3)
Toda la evidencia Bíblica nos apunta hacia la historia del hombre rico y Lázaro, siendo una parábola de entre la serie de parábolas que se mencionaron en el público ese día de Sábado. Pero habiendo visto esto, ¿cual es el motivo una etiqueta, de un nombre? Algunos dicen, “Aun si es una parábola, las palabras y los conceptos siguen siendo verdaderos.”
Los conceptos son verdaderos en las parábolas pero los detalles son inventados con el propósito de resaltar estos conceptos. En otras parábolas, por ejemplo, la semilla de mostaza es llamada “la más pequeña de todas las semillas que hay en la tierra,” (Marcos 4:31) pero realmente no es la mas pequeña de todas las semillas. Después Cristo dice que “después de sembrada, esta crece y se hace la mayor de todas las hortalizas.” (Marcos 4:32) Esto tampoco es botánicamente correcto; pero desde el punto de vista de los oyentes la semilla de mostaza era un ejemplo perfecto para entender el concepto de algo que empieza pequeño y termina grande – el motivo y el punto de la parábola fueron entendidos.
Las historias presentadas en la Biblia cuando revelan un concepto o un principio a veces están adornadas de escenarios extraños. Por ejemplo, en Jueces dice, “Fueron una vez los árboles a elegir rey sobre sí, y dijeron al olivo: Reina sobre nosotros.” (Jueces 9:8) En la Casa de Yahweh, “la piedra clamará desde el muro y la tabla del enmaderado le responderá.” (Hab 2:11) “El cardo que está en el Líbano envió a decir al cedro que está en el Líbano: Da tu hija por mujer a mi hijo.” (2 Reyes 14:9) En el Nuevo Testamento, Yahshua dijo que los Fariseos “¡Guías ciegos, que coláis el mosquito, y tragáis el camello! (Mat 23:24)
Ninguna de estas cosas sucedieron literalmente pero, en cada caso, el punto del mensaje fue presentado. Aquellos que se enfocan en los detalles de escenarios como los anteriores cometen graves errores y están en peligro tanto de perder el objetivo de la enseñanza como de construir teologías basadas mayormente en metáforas. Este es el mismo error hecho por los Trinitarios, quienes personifican al Espíritu Santo simplemente porque las acciones de este agente se describen en forma activa ( hay pasajes Bíblicos donde también se le atribuyen acciones activas a objetos o principios) Mucho peor aun, en el caso de la enseñanza sobre la muerte y el infierno, estos individuos están en peligro de aceptar un punto de vista completamente contradictorio a varios pasajes explícitos de la Escritura y tergiversan erróneamente el carácter del Creador, quien estableció la Ley Divina.
La parábola de Lucas 16 fue proveída por el Mesías para revelar que aquellos que son bendecidos en esta vida no necesariamente son vistos favorecidos por el Cielo pero – como se declaro al principio de esta guía – es el carácter y no la riqueza, los poderes o las posesiones, lo que determina el verdadero éxito a largo plazo. Los detalles de la parábola no son un fundamento sensato para deshacer la teología ya establecida por Salomón, David y los profetas inspirados en cuanto al estado de los muertos.
Finalmente, tenemos un par de pasajes del Libro de Apocalipsis que aparentan dar indudablemente una enseñanza diferente sobre la muerte y la vida después de la muerte, Leemos, “Cuando abrió el quinto sello, vi bajo el altar las almas de los que habían sido muertos por causa de la palabra de Dios y por el testimonio que tenían. Y clamaban a gran voz, diciendo: ¿Hasta cuándo, Señor, santo y verdadero, no juzgas y vengas nuestra sangre en los que moran en la tierra?” (Apoc 6:9-10)
En otro pasaje leemos del castigo de los impíos, del Mensaje del Tercer Ángel que se refirió en el Capitulo 2: “él también beberá del vino de la ira de Dios, que ha sido vaciado puro en el cáliz de su ira; y será atormentado con fuego y azufre delante de los santos ángeles y del Cordero; y el humo de su tormento sube por los siglos de los siglos. Y no tienen reposo de día ni de noche los que adoran a la bestia y a su imagen, ni nadie que reciba la marca de su nombre.” (Apoc 14:10-11) Esto también se declara de Satanás mismo: “Y el diablo que los engañaba fue lanzado en el lago de fuego y azufre, donde estaban la bestia y el falso profeta; y serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos. (Rev 20:10)
Esto parece ser una contradicción sobre la idea de que los impíos “son consumidos” en humo y que todo lo que queda de ellos son cenizas sobre las cuales la nueva Creación se establecerá. Si se entiende, sin embargo, que la visión de Juan se delinea sobre escenarios similares previamente vistos por otros profetas entonces podremos (como en la declaración del “gusano que nunca muere”) obtener mayor iluminación, al ir a esas fuentes – los registros originales de la inspiración.
El caso de “las almas que están bajo el altar” puede explicarse rápidamente. Este pasaje, tomado por si mismo parece hablar de almas incorpóreas y concientes en el Cielo y que están deseosas de vengar su muerte. Lo primero que tenemos que preguntarnos es, “¿Esta este altar en el Cielo?” La mayoría de los lectores han asumido esta idea, sin embargo Juan simplemente dice, “cuando abrió el quinto sello, vi bajo el altar las almas de los que habían sido muertos por causa de la palabra de Dios y por el testimonio que tenían.”(Apoc 6:9) Si vemos los eventos que están tomando lugar cuando los sellos son rotos, todos ellos resultan como efectos en la Tierra, no en el Cielo. En la tierra se ve victoria, violencia, hambruna y muerte, antes del 5to sello, y terremotos y otros desastres naturales, después de este sello.
Además, notamos que no hay un Altar de Sacrificio en el Cielo. Desde la perspectiva del Cielo, el Altar de Sacrificio es la Tierra, donde el Cordero de Dios fue muerto. (Lucas 9:22. Heb 13:12) Existe un Altar en el Cielo pero este Altar es de oro y no de Bronce , como el altar de sacrificio. (Exo. 39:38, Apoc 9:13)
Leemos en otro pasaje sobre la “sangre”, [cuando Yahweh le dijo a Caín] ‘¿Qué has hecho? La voz de la sangre de tu hermano clama a mí desde la tierra.”(Gen 4:10) Los conversos son llamados “a Yahshua, el Mediador del nuevo pacto y a la sangre rociada (esparcida) que habla mejor que la de Abel.”(Heb 12:24) La sangre, que es la “vida” del alma o del ser viviente, (Gen 9:4) se ve figurativamente clamando por venganza cuando esta vida es tomada injustamente, como fue el caso de Abel y Yahshua. La sangre de los mártires es vista simbólicamente como evidencia de que la justicia no será aplicada completamente hasta que aquellos que los pusieron a muerte por su fe respondan al Todopoderoso. Un elevado vehiculo simbólico es usado para representar esta verdad fundamental y se puede entender fácilmente como un simbolismo cuando recordemos, simplemente, que esta idea de la sangre hablando y clamando por justicia ha sido empleada desde los primeros capítulos de la Biblia.
Como veremos en el Capitulo 6, el cual trata de como estudiar la Biblia por principio y significado, si un pasaje toma parte de un discurso doctrinal o una instrucción cuando nos encontremos otros pasajes simbólicos que parecen estar en conflicto con una doctrina Bíblica debemos darle prioridad y obedecer los pasajes que forman parte de una doctrina o instrucción Biblia; el significado o principio representado en un pasaje simbólico debe escudriñarse mas. Muy frecuentemente encontramos que el autor de la declaración simbólica tiene un propósito específico al usar ciertas palabras que no tienen nada que ver con la premisa teológica establecida.
Finalmente llegamos a las objeciones que se fundamentan sobre el castigo de los impíos descritas en Apocalipsis 14 y 20, donde “el humo de su tormento sube por los siglos de los siglos. Y no tienen reposo de día ni de noche,” “Y el diablo que los engañaba fue lanzado en el lago de fuego y azufre, donde estaban la bestia y el falso profeta; y serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos.” (Apoc 14: 11a ; 20:10)
Dos cosas que deben decirse sobre el tormento humano descrito en Apocalipsis 14. Primero, no se ha dicho (nunca se ha dicho) que los humanos son atormentados para siempre. Los humanos están sujetos al castigo y al juicio eterno; esto significa que el resultado de la segunda muerte es permanente; el “humo” es otra manera de representar el resultado de la consumación y no un tiempo determinado de permanencia conciente en el fuego. El pasaje dice, específicamente, que el “humo” de su tormento sube para siempre o por los siglos de los siglos , este es enunciado significativo para aquellos que están familiarizados con los sacrificios del Viejo Testamento. Cuando se ofrecía una ofrenda para el pecado el “humo” de la ofrenda subía y este humo era un memorial del sacrificio y representaba por lo tanto la muerte y consumación del pecado. Unos cuantos ejemplos serian: “Y quemarás todo el carnero sobre el altar; es holocausto de olor grato para Yahweh, es ofrenda quemada a Yahweh.” (Exo 29:18) “
“… y quemó Moisés todo el carnero sobre el altar; holocausto de olor grato, ofrenda encendida a Yahweh.” (Lev 8:21) “Y de la mano del ángel subió a la presencia de Dios el humo del incienso con las oraciones de los santos.” (Apoc 8: 4) “pueblo que en mi rostro me provoca de continuo a ira, […]éstos son humo en mi furor, fuego que arde todo el día.” (Isaías 65:3,5) “… y de ello tomará el sacerdote su puño lleno de la flor de harina y del aceite, con todo el incienso, y lo hará arder sobre el altar para memorial; ofrenda encendida es, de olor grato a Yahweh.” (Lev 2:2)
Cuando hablamos sobre el simbolismo que Cristo uso al describir el “gusano que nunca muere,” lo citamos de Isaías 34. Lo citaremos nuevamente y nos enfatizaremos levemente en una sección diferente del pasaje: “Y sus arroyos [de Sión] se convertirán en brea, y su polvo en azufre, y su tierra en brea ardiente. No se apagará de noche ni de día, perpetuamente subirá su humo; de generación en generación será asolada, nunca jamás pasará nadie por ella.” (Isaías 34:9-10)
Este es claramente el simbolismo que Juan estaba empleando en Apocalipsis y vemos que así como el fuego que “no será apagado” finalmente se extinguirá, así el humo que sube para siempre (traducido en español como, siglos de los siglos) se presenta como un “memorial” (Lev 2:2) de la consumación del pecado y los pecadores (no arrepentidos) que se acabara antes de que la nueva creación sea establecida sobre las cenizas de la vieja; “los reunió su mismo Espíritu. Y él les echó suertes, y su mano les repartió con cordel; para siempre la tendrán por heredad; de generación en generación morarán allí.” (Isaías 34:17)
Pero, ¿Que hay acerca de Satanás? No dice Apocalipsis 20 que la cabeza de los ángeles caídos será atormentada “por los siglos de los siglos” (para siempre) en el Lago de Fuego? La sorprendente respuesta es, “No, no dice.” El versículo lee así, “Y el diablo que los engañaba fue lanzado en el lago de fuego y azufre, donde estaban la bestia y el falso profeta; y serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos.”
(Apoc 20:10)
Este pasaje no se esta refiriendo únicamente a Satanás sino también a la Bestia y al Falso Profeta, que no son individuos sino sistemas de autoridad política y civil; estos son reinos que se han sublevado contra Cristo y serán destruidos completamente en los últimos días. (Dan 2:44) Mencionaremos como los símbolos Bíblicos nos llevan a la identificación de la Bestia y el Falso Profeta en la siguiente sección de Simbología Bíblica.
Leamos nuevamente el versículo: “Y el diablo que los engañaba fue lanzado en el lago de fuego y azufre, donde estaban la bestia y el falso profeta; y serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos.” Aquí se revela que el fin de Lucifer estará en la destrucción que consumirá a los sistemas terrenales que se oponen al Reino de Yahshua; pero Satanás mismo sufrirá la condenación como una creatura y no como un sistema.
Los reinos son vistos simbólicamente como siendo “atormentados” eternamente, porque sus principios son y serán eternamente repudiados por el Reino de Dios pero el versículo tampoco esta hablando de las personas que componen estos reinos. La bestia y el falso profeta son simbólicamente “lanzados en el lago de fuego y azufre” (Apoc 19:20) en el Segundo Advenimiento de Cristo pero los impíos que han estado muertos “no volverán a vivir hasta que se cumplan mil años.” (Apoc 20:5) En otras palabras, aun cuando todos los humanos estén el Cielo durante el milenio o durmiendo hasta ser resucitados para morir nuevamente, la segunda muerte, la bestia y el falso profeta ya se ven de antemano en el lago de fuego, que no se materializara hasta el Juicio Final. (Apoc 20:9) Solo es cuando entendemos que la frase “por los siglos de los siglos (para siempre)” se aplica a los sistemas y no a los individuos es que podemos comprender cabalmente lo que le sucederá a Satanás al final. El será lanzado al lago de fuego donde los sistemas que acogieron sus principios se muestran estar sufriendo tormento eterno pero del ángel caído se dice, citando directamente las palabras del Todopoderoso, “Yo, pues, saqué fuego de en medio de ti, el cual te consumió, y te puse en ceniza sobre la tierra a los ojos de todos los que te miran.” No todo versículo que habla del Juicio Final esta automaticamente reconciliado y armonizado en la Biblia.