1.1.1 Para Que Te Conozcan
Una de las explicaciones más simples y fundamentales sobre la “salvación” la hallamos en un solo versículo. “Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y á Jesucristo, al cual has enviado”. (Juan 17:3). Para comprender este versículo mejor debemos complementarlo con más elementos, por ejemplo: un estudio Bíblico y la dirección del Santo Espíritu de Dios, son la clave para poder obtener e incrementar nuestro conocimiento sobre esa verdad. Si el Padre y el Hijo deben ser conocidos, ¿Qué es lo que debemos saber sobre Ellos? ¿Quiénes son Ellos y como son Ellos?
¿Qué significa “conocer” a Dios? Podemos darnos cuenta, al leer las Escrituras, que “conocer” a alguien en el lenguaje de los escritores Bíblicos significaba mucho mas que un mero conocimiento superficial, o una simple amistad. Conocer a alguien significa tener intimidad con el o ella; en ultima instancia, “conocer” significa llegar a ser uno con aquel individuo.
Leemos, “y conoció Adam á su mujer Eva, la cual concibió.” (Gen 4:1) Muchos profesos creyentes creen que han aceptado a Cristo como su Salvador pero si hubieran estado realmente en intimidad con El sus vidas reflejarían naturalmente esa relación. Aunque Cristo los conoce de nombre y cuido por un tiempo de estos hijos caprichosos, El les dira: “Nunca os conocí; apartaos de mi.”(Mat 7:23)
Ya se menciono que dos de las maneras principales para conocer al Padre y al Hijo son: el estudio Bíblico y la inspiración del Espíritu Santo. Profundicemos sobre esto mas.
1.1.2 Estudio Bíblico
La Escrituras habla de aquellos que aun no han llegado a conocer al Altísimo de una manera más íntima. Estos individuos aun no han llegado a creer en El como el Creador y Redentor, y el apóstol Pablo nos detalla mas sobre esto: “¿Cómo, pues invocarán á Aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán á Aquel de quien no han oído? ¿y cómo oirán sin haber quien les predique? ¿Y cómo predicarán si no son enviados? Tal como está escrito: ¡Cuán hermosos son los pies de los que anuncian el evangelio de la paz, de los que anuncian el evangelio del bien! Sin embargo. No todos obedecen al evangelio; pues Isaías dice: Señor, ¿quién ha creído á nuestro anuncio? Luego la fe es por el oír; y el oír por la palabra de Dios. Pero yo digo: ¿acaso nunca han oído? Ciertamente que si: Por toda la tierra ha salido Su voz, y hasta los confines del mundo Sus palabras.” (Rom 10:14-18)
Increíblemente, los problemas que enfrentaron los primeros Cristianos para convencer al Mundo del amor y poder del Mesías son los mismos que enfrenta la Iglesia de hoy.
Muchos han “escuchado” porque el mensaje se ha extendido por todo el mundo pero no han aceptado las palabras de aquellos que han sido enviados con la Verdad y les pasa como les paso a algunos en el Israel antiguo, “el oír la palabra no les aprovechó á los que la oyeron porque no estuvo acompañada de la fe.” (Heb 4:2)
Pero la solución, como Pablo escribe, es que la “fe viene por el oír y el oír por la Palabra de Dios.” Através de la familiarización con las cosas que el Creador nos ha compartido es que podemos desarrollar esta fe. En los días de los apóstoles habían unas cuantas copias de las Escrituras, que ahora se conocen como, el Antiguo Testamento. Si alguno deseaba escuchar las palabras de los profetas y de los patriarcas, aquellos “hombres santos de Dios [que] hablaban siendo inspirados por el Espíritu Santo,” (2 Pedro 1:21) tenían que escuchar las enseñanzas de un Rabí, u oírlas en los Sabbaths (7 día de semana) los libros de Moisés, recitados en las Sinagogas. (Hechos 15:21)
En el día de hoy hemos sido bendecidos con Biblias, casi en toda casa hay una Biblia. Ahora podemos decir, “la Fe viene por la lectura,” porque las mismas palabras que una vez fueron leídas en alta voz, en las congregaciones, (Lucas 4:16-21, 1 Tes 5:27, Apoc 1:3) están disponibles ahora a todos y en cada momento, en un libro, la Biblia.
Mas adelante discutiremos los detalles de la Biblia, es decir porque se usa para doctrina y como se usa; pero por ahora aceptemos las palabras del apóstol Pablo “acerca de la fe” y busquemos conocer en las páginas de la Biblia el asunto más fundamental: ¿Quién es Dios? ¿Quién es el Padre y el Hijo?
Las Escrituras simplemente le revelan al lector que Dios ES. Al principio no se da explicación alguna de Sus características o de la manera en que llego a existir. Solo dice, “En el principio creo Dios los cielos y la tierra.”(Gen 1:1) El Autor ( Dios y Moises, inspirado por Dios) requiere que nosotros tengamos la buena voluntad de ser instruidos desde el mismo comienzo y dejar que el Creador se revele Así Mismo por medio de su creación.
Inmediatamente, podemos ver algo extremadamente importante, algo que no esta explícitamente indicado en los registros sagrados sino hasta mucho después: el Creador puede conocerse a través de Sus obras. La primer cosa que la Biblia presenta es el relato de la creación – como hizo el Todopoderoso las cosas en el universo físico. De hecho, el propósito de la Biblia no consiste en dar una explicación sobre Yahweh, o sobre lo que El hace sino que simplemente nos revela lo que El ha hecho, así es como El se relaciona con Su creación. En esto la Biblia se diferencia de muchos otros “textos sagrados” de otras religiones.
En nuestra humanidad presente no podemos conocer a Yahweh en Su plenitud. Yahweh, el Dios vivo, no se representa asi mismo como los dioses paganos, por medio de animales o fuerzas. Aun los profetas cuando lo contemplaban decían, “sobre la expansión (firmamento) que había sobre sus cabezas, veíase la figura de un trono que parecía de piedra de zafiro; y sobre la figura del trono había una semejanza que parecía de Hombre sentado sobre él.[…] Esta era la semejanza de la imagen de la gloria de Yahweh Y cuando lo vi, caí sobre mi rostro y oí una voz de Uno que hablaba.”(Ezeq 1:26,28)
“A esto fue a lo que parecía la semejanza de Su gloria,” esto es lo mas cercano con que podemos describir al Todopoderoso, aun en una visión así es como El se revela así mismo. La manera en que llegamos a conocerlo es através de las cosas que El ha hecho y de lo que El dice de si Mismo porque, aunque no podemos verlo directamente, nosotros como el profeta Ezequiel somos privilegiados al escuchar “la voz de Uno que habla.”
Yahweh, en la historia de Su trato con la humanidad, ha revelado muchas de Sus características. Algunos ejemplos de cómo los sagrados registros han descrito varias cualidades del Todopoderoso, se irán dando durante el transcurso de los capítulos de este Blog pero esta Blog no puede presentar ni siquiera una fracción de la información que los lectores individualmente pueden recolectar mientras van estudiando la verdad Bíblica. Lo que podemos hacer aquí, sin embargo, es tomar simplemente una muestra de lo que Yahweh dice sobre Si Mismo….lo que El Mismo declara ser y esto proveerá un buen punto de partida para continuar la búsqueda.
Aquí hay unas de las cosas que Yahweh dice sobre si Mismo, ya sea directamente o a través de los escritores que El ha inspirado:
- “El que no ama, no conoce á Dios; porque Dios es amor.”(1 Juan 4:8)
- “Y este es el mensaje que oímos de él, y anunciamos: Que Dios es luz, y en él no hay
tinieblas.” (1 Juan 1:5) - “El espíritu de Dios me hizo, Y el aliento del Omnipotente me dio vida.” (Job 33:4)
El Todopoderoso declara que en si mismo, su Esencia, es Amor, Luz y Vida, El es la personificación de estas cosas. El Hijo de Dios, que vino a revelarlo a la humanidad de la manera mas clara posible, dijo de El mismo también, “Yo soy el camino, la verdad, y la vida: nadie viene al Padre, sino por mí.” (Juan 14:6)
Todas estas cosas son aspectos vitales de Su carácter.
“Así dice Yahweh, Rey de Israel, y su Redentor, Yahweh de los ejércitos: Yo soy el primero, y Yo soy el ultimo, y fuera de mí no hay Dios. ¿Y quién como yo? Que lo proclame y lo declare. Si, que en orden lo relate ante mí, desde que establecí la antigua nación. Que les anuncien las cosas venideras y lo que va a contecer. No temáis, ni os amedrentéis: ¿no te lo hice oír desde hace tiempo, y te lo dije? Vosotros sois mis testigos. ¿No hay otro Dios fuera de mi? Si , no hay otro dios, no conozco ninguno.” (Isaías 44:6-8)
De este pasaje podemos ver que Yahweh va y esta completamente fuera de los límites del tiempo, siendo el primero y el último. El es el único Dios, la palabra Hebrea Elojim, significa “el Todopoderoso” y debemos ser testigos de este hecho en nuestra lealtad hacia El. Descubrimos que aunque El es único en la eternidad, no obstante El aun se preocupa por los hijos de los hombres, diciendo, “No temáis,” y los conforta declarando Su protección sobre ellos.
Otros versículos hacen esto aun mas sencillo como el siguiente, “Porque Yahweh vuestro Dios es el que va con vosotros, para pelear por vosotros contra vuestros enemigos, para salvaros.”(Deut 20:4)
Mucha gente, aun aquellos que tienen alguna clase de fe en Dios, tienen la opinión de que Dios creo todas las cosas y que después dejo a un sistema correr por si mismo. Esto ciertamente no es lo que declara la Biblia y de hecho tal concepto trata muy pobremente el carácter del Todopoderoso, porque esto lo haría culpable (por negligencia) de toda la miseria que hemos presenciado y experimentado en este universo.
Pero Yahweh está íntimamente involucrado en las experiencias de Su creación. El está tratando de salvar a los hombres de la paga del pecado y Su voluntad para con la humanidad se expresa claramente en términos muy “humanos” : “Cuando Israel era muchacho, yo lo amé, y de Egipto llamé a mi hijo.[…] Con cuerdas humanas los conduje, con lazos de amor; y fui para ellos como quien alza el yugo de sobre sus quijadas, y me incline y les di de comer.” (Oseas 11:1,4)
“Pues la porción de Yahweh es Su pueblo; Jacob es la parte de su heredad. Lo encontró en tierra desierta, en la horrenda soledad de un desierto; lo rodeo, cuido de el, lo guardó como a la niña de sus ojos. Como el águila que despierta su nidada que revolotea sobre sus polluelos, extiende sus alas, los toma, los lleva sobre sus espaldas; Yahweh lo guió solo, con El no hubo dios extraño.”(Deut 32:9-12)
Hemos leído que, “Yahweh es tardo para la ira y grande en misericordia, que perdona la iniquidad y la trasgresión; mas de ninguna manera tendrá por inocente al culpable; sino que castigara la iniquidad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuartageneración.” (Números 14:18)
Aquí vemos un equilibrio en la misericordia y la justicia, dos características muy importantes de Dios. También notamos que no dice, “El es misericordioso pero no perdonara al culpable.” No, la misericordia y la justicia no son principios opuestos en la naturaleza de Yahweh – se complementan mutuamente. Si al pecado y a los pecadores se les permitiera persistir las víctimas serían eternamente miserables y afectarían a los demás universos.
Los sentimientos de Yahweh no cambiaran y Su dolor se profundiza hacia aquellos que se perderán, en última instancia, en el pecado. El dirá en aquel día cuando muchos perezcan: “Pues mi pueblo se mantiene infiel contra mi; aunque llaman al Altísimo, ninguno absolutamente quiere exaltarle. ¿Cómo podré abandonarte, Efraín? ¿Cómo podré entregarte, Israel? ¿Cómo podré yo hacerte como a Adma, ¿Como podré tratarte como á Zeboim? Mi corazón se revuelve dentro de mí, se inflaman todas mis conmiseraciones.” (Oseas 11: 7-8)
Tales pasajes hacen surgir preguntas muy importantes como, ¿Por qué debería estar interesado Yahweh en los hombres? Aun los escritores de la Biblia le preguntaban. “¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria, Y el hijo del hombre para que lo visites?” (Salmo 8:4) También nos hacen preguntar, ¿Que es el pecado; porque necesitamos ser salvados de sus efectos? y ¿Porque existe aun el sufrimiento si Elojim esta tan interesado en el bienestar del hombre? ¿Por qué siempre existió cosa tal como el sufrimiento? El conocer las respuestas a estas preguntas es absolutamente vital para comprender el carácter de JAH, por lo tanto miraremos como se pueden encontrar esas respuestas, y después examinar la historia del pecado y de la humanidad para descubrir los hechos del asunto.
1.1.2 – La Iluminación del Espíritu Santo
Mucha gente lee la Biblia y muchas personas la enseñan sin embargo, en nuestra cultura los “escándalos religiosos” son temas comunes de las noticias y de los periódicos sensacionalistas. ¿Por qué? ¿Porque será que no todo el mundo que esta relacionado con las Escrituras busca aplicar activamente sus principios a sus propias vidas? ¿Por qué pueden algunos leer ese Libro y como resultado se apartan y obtienen un cambio completo en sus vidas mientras que otros lo leen y dicen, ”este libro no tiene nada de especial” y se marchan sin haber sido afectados? ¿Por qué será que algunos líderes religiosos, pastores, tele-evangelistas y así sucesivamente traen vergüenza al nombre de Cristo al no hacer coincidir sus acciones con las altas metas que pronuncian Sus palabras?
La respuesta es porque no conocen verdaderamente al Autor. Pueden estar familiarizados con las palabras de estas páginas pero no dejan que el Autor les hable a sus corazones a través del agente que El ha escogido, Su Espíritu Santo.
El Espíritu es el medio por el cual se logran los cambios reales en la vida de los humanos, como respuesta al conocimiento que tenemos de Dios. Fuera de ser una enseñanza del Nuevo Testamento este agente fue muy bien conocido en Israel.
El que estaba convencido de pecado oraba, “No me eches de delante de ti; y no quites de mí tu Santo Espíritu.”(Salmo 51:11) Aquellos que hablaban en el nombre del Creador decían, “Y el Espíritu entro en mi mientras me hablaba y me puso en pie y oí al que me hablaba.” (Ezequiel 2:2) Yahshua, el Hijo, dijo: “Mas el Consolador, el Espíritu Santo, al cual el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todas las cosas que os he dicho.” (Juan 14:26)
En otro ocasión El le dijo a Sus discípulos, “y cuando os trajeren á las sinagogas, y á los magistrados y potestades, no os preocupéis de cómo o de que hablareis en defensa propia, o que vais a decir; Porque el Espíritu Santo os enseñará en la misma hora lo que será necesario decir.” (Lucas 12:11,12)
Vemos que el propósito del Espíritu es triple: Primero, nos dirige a “toda verdad;” Segundo, nos permite “escuchar” verdaderamente la voz de Yahweh; tercero, nos recuerda lo que hemos aprendido de Cristo a través de la experiencia y (en nuestro caso) através del estudio de la Palabra. El Espíritu es el medio por el que Yahweh instruye nuestro corazón y esta es la razón porque al rechazar completamente la influencia del Espíritu de Dios destruye la relación entre Dios y el hombre, (Mat 12:31) y finalmente resulta en la destrucción del individuo que lo rechazo. El Espíritu de Yahweh es vida en si , y la presencia del Todopoderoso es nuestro sustento. (Job 33:4)
Aquellos que buscan sacarle provecho al estudio Bíblico y que desean aplicar sus principios en sus vidas deben ser como el profeta Daniel, a quien se le dijo, “Yo he oído de ti que el espíritu de los dioses santos está en ti, y que en ti se halló luz, y entendimiento y mayor sabiduría.” (Dan 5:14). Belsasar, el Rey Babilónico que le dio tal cumplido, ciertamente no era un monoteísta (ya que se referia a “los dioses”) pero fue capaz de reconocer una sabiduría superior y sobrenatural cuando la vio y atribuyo su origen a una fuente de naturaleza divina.
Algunos pueden preguntarse, “¿Como podemos ser como Daniel?” Debemos recordar que Dios no tiene acepción de personas, (Rom 2:11) y además tenemos las palabras de Yahshua, “Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas á vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo á quienes se lo pidiesen?”(Lucas 11:13) Si creemos esta promesa, y después pedimos y recibimos la inspiración e iluminación del Espíritu Santo mientras vamos estudiando no tenemos necesidad de temer ser engañados o ser despistados, “y los errados de espíritu aprenderán inteligencia, y los murmuradores aprenderán doctrina.” (Isaías 29:24)
Ahora, algunos pueden tener un entendimiento imperfecto de ese concepto y decir, “solo necesito tomar mi Biblia, orar por el Espíritu y después puedo ir por mi cuenta y aprender todo lo que haya que aprender sobre Dios,” Esta no es una idea correcta y completa sobre el carácter de Yahweh. Su propósito fue establecer una comunidad de creyentes para que los hombres aprendieran en esta comunidad de Su voluntad, y no solo aprendieran de El por si mismos. (Heb 10:24-15) El Espíritu obra en individuos, si, pero se manifiesta “donde dos o tres están reunidos” en el nombre del Todopoderoso.(Mat 18:20)
Aun los profetas del Nuevo Testamento no poseían absoluta autoridad doctrinal, ni tampoco confiaban en que por si mismos podían obtener todo el conocimiento sin necesitar la influencia correctiva de la Iglesia. Pablo aconsejo a los miembros, “Asimismo, los profetas hablen dos ó tres, y los demás juzguen. Y si algo le fuere revelado a otro que estuviese sentado, calle el primero. Porque podéis profetizar todos uno por uno para que todos aprendan, y sean exhortados. Y los espíritus de los profetas están sujetos á los profetas; porque Dios no es Dios de disensión, sino de paz; como en todas las iglesias de los santos.(1 Cor. 14:29-33)
Si hacemos estas cosas, estudiar la Palabra por nosotros mismos, orar para que el Santo Espíritu de Yahweh nos ayude y congregarnos con aquellos que están creciendo en gracia y conocimiento, tendremos los medios para entender todas aquellas cosas que Yahweh se complace en revelarnos. No es suficiente decir, “He orado por iluminación, así que cualquier cosa que aprenda debe ser verdadero, no importa lo que otros me digan.”
Este razonamiento viola un concepto muy importante que se encuentra en medio de la fe y la presunción porque desatienden y menosprecian el don de la Iglesia y de Sus miembros que Cristo ha establecido como Su pueblo “para el perfeccionamiento de los santos,” (Efesios 4:12) y revela que el Espíritu Santo no ha sido recibido aun por un corazón humilde.
Este es uno de los factores que resultan como consecuencia de algunas personas que se familiarizan con la Palabra a nivel intelectual pero no se familiarizan con ella de corazón, en el que la vida se transforma y el carácter se prepara y se hace idóneo para el servicio de Dios en la tierra y en el Cielo.
